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A Conchita
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por J.D.M
18/10/12 J.D.M. escribió
Cuando, con el paso del tiempo, recordamos a los profesores que han pasado por nuestra vida, seguramente lo hacemos de modo poco significativo, al menos en la mayoría de los casos, adquiriendo el valor de un profesor más de los muchos que, a lo largo de nuestra vida académica, hemos ido acumulando. Pero, también es cierto, siempre existe alguno que ocupa un lugar honorífico en nuestra memoria, bien por el dominio absoluto de la materia que imparte y capacidad de transmitir la misma a su alumnado, o bien por la categoría personal -la profesional en estos casos se da más que supuesta- que ese profesor demostró en el tiempo que estuvimos a su lado. Pues bien, lamentablemente hoy es un día en el que a una gran persona -amén de excelente profesora- que tendría un sitio destacado en el lugar de los recordados con añoranza y aprecio, hemos de decir adiós. Una larga y dolorosa enfermedad se ha llevado para siempre a una de las personas que más me ha marcado a nivel personal en todos estos años. Si hoy soy algo en el ámbito profesional que ocupo, sin lugar a duda, gran parte de esa culpa se la debo a ella, a Conchita. Resulta evidente que, entrar a analizar la calidad personal y profesional de Conchita, requeriría más de un análisis exhaustivo que de una nota recordatoria, pero sí que considero de obligado cumplimiento, al menos por mi parte, aunque sea de modo modesto pero tremendamente afectivo, dedicar unas palabras de agradecimiento por todo lo recibido de ella en mis años lectivos. Por eso, siempre desde el más absoluto respeto y admiración, quiero desearte un largo y placentero camino allá donde vayas, tan exitoso como lo ha sido en la vida terrenal, porque no me cabe duda alguna de que lo mereces. Seguro que, en tu nuevo destino, impartirás las mismas clases de maestría y señorío que, a lo largo de tus años profesionales, has compartido con nosotros. Por todo lo que me has aportado, por cómo has sido y por lo muchísimo que he aprendido de ti, MUCHAS GRACIAS CONCHITA y, por supuesto, un calurosísimo y afectuoso abrazo a JUAN, otro genio que ocupa un lugar destacado y apreciado en mi memoria y que tanto se lo merece.
Nota de la Redacción:
Con motivo del fallecimiento de Conchita fueron muchas las muestras de cariño que su gran cantidad de amigos, alumnos, compañeros... dejaron en distintos medios: Mesa de firmas puesta en su domicilio, libro de firmas de la página de la Asociación de Amigos de Trébago, libro de condolencias de las necrológicas de La Rioja, e-mails... Superan con creces el centenar, todas entrañables, de agradecimiento, de cariño. Hemos seleccionado ésta. Es de un alumno agradecido que se esconde tras las iniciales.
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