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El origen de una familia Hispano-Mexicana



por José Antonio Ibarra y Mary Casado de Ibarra

Cipriano Casado López, de Trévago, soriano, cumple el 22 de septiembre 100 años de edad y los cumple en Puebla, México, rodeado de 5 de sus hijos, de 23 nietos y 16 bisnietos. Y eso que se casó ya madurito, a los 36 años.

Hijo de Don Nicolás Casado Martínez y Doña María López Sánchez, también nativos de Trévago, el mayor de 6 hermanos: Cipriano, Florentino, Severiano, Carmen, Lucía y Jesús, emigró a México a "Hacer la América" en 1911 a la edad de 11 años.

Este muchacho llegó a Veracruz y de ahí, a lomo de mula, llegó a su destino... la hermosa población de Papantla, cuna mundial de la vainilla y aún hoy día una población que parece salida de la pluma de Gabriel García Márquez... trópico, selva, calor, indígenas, criollos, mestizos y un tío, Don Florentino López, hermano de su madre, quien le consiguió trabajo en una tienda, la cual vendía de todo: comestibles, telas, artículos de importación, bicicletas y polvos para enamorar.

Y así creció el españolito, y sin dejar su nacionalidad española, se hizo nuestro... se hizo mexicano.

Se casó en el mero Papantla con Doña Esperanza Vargas Silvera, a su vez hija de españoles, y de quien dicen que tenía los ojos más grandes que los pies.

De seguro usó los polvos para enamorar que vendió durante tanto tiempo, pues tuvo 6 hijos: Nicolás, Cipriano, María de la Luz, Esperanza, Rafaél y Lucía.

Ayudó a que poco a poco sus hermanos también emigraran a México. Sólo se quedó en Trévago su hermana Carmen.

Hoy, hay familia Casado en casi todo México: Monterrey, Ciudad de México, Toluca, Papantla, Puebla, Cuernavaca y otros lugares.

En Puebla, Don Cipriano se dedico a fabricar calcetines y a educar a sus hijos, y con orgullo vemos que se trata de una familia de bien: Comerciantes, Técnicos, Ingenieros, Abogados, Constructores, Contadores, Médicos.... y cada uno con unas características muy distintivas heredadas del padre, del abuelo, del viejo querido.

Honradez, persistencia, alegría de vivir y respeto a los demás.

Como parte de su familia, nos sentimos orgullosos y satisfechos de haber compartido una vida plena.

Y al mirarlo tan entero, tan señor, a sus casi 100 años, entendemos el significado del refrán:

SORIA PURA, CABEZA EN EXTREMO DURA

Don Cipriano: gracias por habernos permitido conocerlo, por dejarnos ser su familia. Que Dios lo Bendiga.

José Antonio Ibarra y Mary Casado de Ibarra



Felicitación al abuelo

Todo el mundo está pendiente de la cuenta regresiva para el año 2000, el fin de un milenio y el comienzo de otro. Pero tú, abuelo, y toda la familia incluida, estás en tu propia cuenta regresiva, primero para cumplir 100 años y luego para convertirte en "El hombre de los tres siglos". Pero, ¿sabes qué?, ya lo eres, y además eres también el hombre de los dos mundos, el viejo y el nuevo, el hombre de los dos continentes, Europa y América, el responsable de que estemos aquí y el hombre que nos ha dado el mejor regalo posible, abuelo, nos has regalado el porvenir y has vivido lo suficiente para verlo y disfrutarlo. Y si sumas todos los años que nos quedan por vivir, a través nuestro, serás para nosotros el hombre del milenio.

¡Muchas felicidades! Te queremos mucho.

Con amor,

Tus hijos, tus nietos y tus bisnietos.


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