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Notas breves y curiosas sobre la historia de Trébago



por José Lázaro Carrascosa

  • La pared del juego de pelota (el frontón) se derrumbó el día 1 de enero de 1914. La gente del pueblo salía de la misa de Año Nuevo cuando oyeron el estruendo producido por su caída, y que se pudo percibir también desde dentro de la Iglesia. Ya se venía comentando el mal estado que ofrecía dicha pared que servía de frontón doble, pues se jugaba a ambos lados (los mayores en uno y los chicos en otro). Al oír el tremendo ruido, los mozos echaron a correr en dirección a la fuente. Cuando llegaron abajo ya estaban parados delante de los escombros los chavales, que habían sido los primeros en salir de misa y, como de costumbre, bajaban corriendo las callejas para llegar cuanto antes al juego de pelota.
    Pronto se congregó todo el pueblo allí, para conocer el siniestro, y sin duda fue el tema de conversación ese día y los venideros. En una reunión del pueblo que tuvo lugar al día siguiente se decidió la reconstrucción del frontón y la colaboración de los vecinos en la misma. Así se hizo, y en el verano de este año de 1914, en medio de las faenas de recolección, todos trabajaron lo que les correspondía sin faltar a lo acordado.
    Las obras duraron dos meses y fueron dirigidas por el albañil Manuel de Jesús, de Matalebreras, de renombre como profesional en toda la Rinconada y en Trébago conocido familiarmente como Manuel "el de la Ana". Al decir del Sr. Manuel, las obras fallan y se derrumban si los cimientos son malos, y por ello reforzó a conciencia los de la nueva obra, frontón abierto del mismo tipo que el antiguo, que permaneció en pie hasta hace pocos años en que fue remodelado. Los albañiles que hicieron el moderno frontón de reglamento que tiene Trébago actualmente alabaron la solidez y buena construcción del viejo.

  • Los lobos existieron en los montes de Trébago hasta finales del siglo pasado, y los venados o ciervos autóctonos no desaparecieron hasta los años 1915-1918, fechas en que dejaron de verse por los montes locales, siendo hasta entonces objeto de abundantes excursiones cinegéticas por parte de los cazadores trebagüeses. Es curioso que el último venado que se recuerda bajó a morir al río Manzano, en la zona situada entre el puente romano y el de "La Carrasquilla". El animal estaba herido y tenía una pata rota y después de beber con ansia para saciar su sed, no pudo salir del pozo del río. Las mujeres que lavaban cerca oyeron sus bramidos y alertaron a la gente que estaba en las eras -era época de trilla-. Entre 3 o 4 hombres lo sacaron y le dieron muerte para evitar su sufrimiento.

  • La carretera que comunica Trébago con los pueblos de Fuentestrún y Castilruiz, y que se une en Matalebreras a la general de Tarazona a Soria, fue construida en el año 1916.

  • En marzo de 1922, debido a una epidemia de rabia, y con gran pesar y disgusto por parte de los cazadores, hubo que dar muerte a todos los perros del pueblo. Se cuenta que ese día había una tremenda nevada.

  • La primera máquina segadora que funcionó en Trébago fue importada al pueblo por los labradores y vecinos del mismo Felix y Nicolás Lázaro Jiménez, en el año 1923. Esta máquina era una agavilladora de la marca ADRIANE MOLINE.

  • La fuente de Valmayor fue construida en el año 1929 por iniciativa de Manuel Carrascosa (trebagüés emigrado a Argentina), con la cooperación manual y el asesoramiento de Nicolás Lázaro Jiménez.

  • El escarabajo de la patata hizo plaga en Trébago en el año 1939. Hasta ese año no se había conocido por nuestra tierra. Se supone que vino de Alemania en patatas que de esta nación fueron exportadas a España.

  • La noche del 15 de febrero de 1941 un huracán produjo un trágico incendio en la ciudad de Santander. También en Trébago dejó sus huellas al pasar, aunque afortunadamente no hubo que lamentar desgracias personales. Derribó varias chimeneas, voló infinidad de tejas y chapas de uralita de los tejados, arrancó árboles y tiró el "chapitel" de la torre de la Iglesia, que coronaba dicha torre y en el que estaban enclavadas la cruz y la veleta.

  • En el número correspondiente al 12 de enero de 1942 del periódico "El Duero", leemos la siguiente reseña referida a nuestro pueblo:

    "Veladas teatrales en Trébago.
    Conmemorando las tradicionales festividades de Navidad, celebráronse en el pueblo de Trébago interesantes veladas teatrales en las que tomaron parte distinguidas señoritas y entusiastas aficionados de aquella localidad. Se pusieron en escena las obras "Don Juan Tenorio", "El Orgullo de Albacete", "El contrabando" e "hijo de viuda". De las veladas teatrales celebradas en Trébago guardará el vecindario local y los vecinos de los pueblos limítrofes gratos recuerdos. Los aficionados artistas que actuaron fueron: D. Juan Fresno, secretario del Ayuntamiento y director del grupo, Alejandro Martínez, Gumersindo Martínez, Rafael Gimeno, Alfonso Carrascosa, Santos Martínez, Federico Largo, Sotero Pérez, Alejandro Córdoba, Santiago Lázaro, Primitivo Domínguez, Fortunato Ruiz, José Lázaro, Margarita Carrascosa, Esperanza Martínez, Antonia Martínez, Felisa Largo y Marina Lázaro, junto con José Fresno como apuntador".
    No fue ésta la única ocasión en la que en Trébago se pudo disfrutar de representaciones teatrales de aficionados locales. En marzo de 1947, y con motivo de las festividades de Pascua, se puso en escena la obra "Un hijo, dos hijos, tres hijos" y el sainete "El médico a palos". En esta ocasión actuaron como artistas los siguientes: Felipe Rojas, Federico Largo, Alfonso Carrascosa, Sebastián Ruiz, Benito Martínez, Mariano Sobrino, Carmelo Tutor, Juliana Martínez, Pilar Ruiz, Celia Barranco, Anita Barranco y Concha Martínez como apuntadora. Estas representaciones tuvieron lugar en el amplio local de las escuelas, y la banda de música de Ágreda amenizó la fiesta en los entreactos.

  • En el ensanche de caminos situado entre la terminación de "La carrera de la Fuente", el puente de "La Carrasquilla", la senda de "La Tenería" y el camino del "Río Abajo", existió un árbol que por sus extraordinarias proporciones era conocido en el pueblo como "El árbol gordo". Era un olmo tremendo de aproximadamente 4 metros de diámetro. En su tronco, hueco, podían albergarse 4 ó 5 personas. El árbol estaba seco y se le tributaba singular respeto. Sin embargo, un largo y crudo invierno de nieves, fue aprovechado por los vecinos más necesitados de leña, cuando agotadas las reservas de este combustible, no era posible ir al monte a por tan necesario elemento debido a las condiciones extremas del clima. Esto sucedía en el año 1942 y se calcula que éste árbol singular tendría más de dos siglos y medio de vida.

  • Las puertas de la Ermita fueron puestas nuevas el año 1948. Fueron donadas por Manuel García, hijo del pueblo y residente en México. Las antiguas eran de nogal y no estaban chapadas de cinc, aunque sí llevaban los mismos clavos.

  • En los últimos meses del año 1951 el Sr. cura párroco, D. Félix Gil, dirigió una carta a los emigrados del pueblo en México en la que les pedía que tuvieran a bien hacer una colecta de dinero y la enviaran al pueblo para, con ella, realizar varias obras urgentes en la Iglesia, para las que no se disponía de fondos. Esta proposición tuvo una sincera y extraordinaria acogida, ya que todos los hijos de Trébago, sin excepción, contribuyeron a reunir la suma de 15.000 Ptas, que remitieron a nuestro pueblo. Con ellas se pintó la Iglesia por dentro, se pusieron yugos nuevos de hierro a las campanas, se quitaron las escaleras macizas de subida al palomar, al objeto de evitar filtraciones de agua a la Iglesia, y se hicieron reparaciones necesarias en el tejado, bóveda y escaleras de subida al pórtico. Estas obras quedaron terminadas el día 1º de febrero de 1952.

  • Según estadística del 11 de febrero de 1952 cuenta Trébago con 87 vecinos y un total de 312 habitantes. De los cuales, 147 son hombres y 165 mujeres. Se cuentan 240 emigrados del pueblo. Existen 14 máquinas segadoras, 34 trillos cilíndricos, 23 aparatos de radio, 38 carros y 4 camiones. En ganado hay un total de 1.611 cabezas: 66 mulos, 3 mulas, 17 caballos, 15 yeguas, 2 burros, 6 burras, 300 cabezas de ganado cabrío, 2 vacas, 1.200 cabezas de ganado lanar y 39 perros.

    En esta época hay en el pueblo 3 comercios:
    "Casa Barrena", ultramarinos, ferretería, cantina, tejidos, vino, licores y almacén de abonos; "Agustín Domínguez", ultramarinos, tejidos, quincalla, licores y estanco; y "El baratillo Donato Barranco", ultramarinos en general y cordelería. También hay dos cafés, un salón de baile, tres carnicerías y fábrica de curtidos. En cuanto a los oficios, hay en Trébago tres zapateros, tres carpinteros, dos barberos, un curtidor de pieles, dos basteros, un electricista, un herrero, un panadero, un sastre, cuatro albañiles, cuatro carniceros, un carbonero y un caminero, además de labradores y comerciantes. Los funcionarios del pueblo son los siguientes: el Sr. cura párroco, los Sres. Maestros, el Sr. veterinario, el Sr. secretario, el Sr. guarda forestal y el Sr. farmacéutico (plaza hoy -entonces- vacante).



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