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Genealogía y Heráldica de los García de Trébago



por Manuel Peláez del Rosal


Facsímil del Árbol Genealógico
presentado en 1794
Uno de los más sutiles poetas del siglo XX, José Ángel Valente, ha hecho de la memoria, potencia del alma, una de las reflexiones primordiales de su vida y de su obra. Los acontecimientos de la vida pasan "casi sin darnos cuenta"; y el hombre, que es su propia experiencia, pronto tiende a convertirse en pasado y, como tal, difumina y esfuma su imagen en el recuerdo hasta hacerla desaparecer casi por completo, dejando como misión a los historiadores la tarea y el reto de su recuperación sumergiéndose en el océano de su oscuro reino.

Certificación genealógica del Cronista y Rey de Armas don Juan de Rújula (1794)

Durante los años 1759 a 1761 un vecino de Trébago, Santiago García del Río(1), que ejercía la profesión de "molero" en esta última población, se enredó en un largo y costoso pleito de reclamación de su condición de hidalguía. Tras el oportuno proceso, dicho rango le fue reconocido por la Sala de los Alcaldes de los Hijosdalgos de Castilla en la Audiencia y Chancillería de Valladolid, posesionándose de él. A partir de entonces, 25 de julio de 1761, tanto el referido Santiago García como sus descendientes ocuparían cargos concejiles, manteniéndoseles en su posesión de nobles quieta y pacíficamente. Uno de ellos, Manuel García Zapata, nacido en Salcedillo a mediados del siglo XVIII, hijo de Santiago García del Río y Manuela Zapata Sánchez, casó con Juana Poyo Poyo en Trébago el 6 de febrero de 1769(2). Hubo de transcurrir casi un cuarto de siglo desde la lejana fecha del reconocimiento de su hidalguía para que este trebagüense de pro, actuando en su propio nombre y en el de sus hermanos enteros, solicitara una certificación de don Juan Félix de Rújula, Cronista y Rey de Armas "en todos los Reynos Dominios, y Señoríos de S. M. C. el Señor Don Carlos Quarto, que Dios guarde, Rey de España y de las Yndias Orientales y Occidentales, Yslas y Tierra firme del Mar Océano...". El 8 de mayo de 1794, tras relacionarse y probarse la "filiación, legitimidad, limpieza, distinción, nobleza e hidalguía de sangre" del pretendiente le fue expedido este documento por el referido cronista. Para mayor claridad, Juan de Rújula añadía que se le había "formado el correspondiente Árbol Genealógico de dichos sus causantes por esta su línea paterna (la de los García), colocado al principio de esta Certificación, y rubricado de nuestra mano". Simultáneamente Manuel García Zapata instó que le fuera formado el escudo de armas de los apellidos de Zapata, Ruiz y Sánchez, que le tocaban por su madre doña Manuela Zapata, por su abuela paterna doña María Ruiz y por la materna doña María Sánchez, "para que uniéndolos al de García, por su orden heráldico respectivo pueda hacer uso de ellos (diseñados y pintados)", testimoniándolo como "Noble Hijo-dalgo".


Foto de la familia de don Abdón
Senén Muñoz y doña Ángela
de la Puerta Laso (año 1915)
Fuentes documentales del Libro Heráldico y Genealógico de los García de Trébago Fue así cómo se comenzó a configurar el que podríamos denominar "Libro Heráldico y Genealógico de los García de Trébago", que, pese al tiempo transcurrido, aún se conserva en poder de uno de los descendientes de Santiago García del Río, enervándose la historia personal en historia colectiva, y desvelándose el territorio común que constituye parte del patrimonio cultural inmaterial de Trébago, extensivo a todos los numerosos miembros del linaje García que son o fueron oriundos de dicha población y que hoy se encuentran repartidos en gran parte del territorio nacional.


Escudo de Armas compuesto por
Rújula en 1794. Reproducción de
Senise (Jaén, 1965). Foto de la familia
de don Abdón Senén Muñoz
y doña Ángela de la Puerta
Laso (año 1915)
Esta circunstancia (la de la existencia del valioso manuscrito (3)) nos permite interrogarnos sobre varias cuestiones. ¿Qué documentación hubo de tener disponible el cronista Juan de Rújula para hacer dicho "Libro"? Sin duda alguna, la Real Carta y Provisión ganada por Santiago García, vecino de Trébago, de fecha 25 de febrero de 1760, cuyo original pasó a formar parte de él como fundamento de su certificación. Dicha Real Provisión iba signada por los oidores de la Chancillería de Valladolid don Fernando de Rojas, don Juan Domínguez de Junco y don Andrés Cornejo, y fue suscrita y expedida por don José Vaca y Villamizar, Secretario de Cámara y Mayor de referido tribunal, en 50 hojas. Asimismo el propio Rújula adjuntó al "libro" testimonio de 23 de julio de 1761, fecha del cumplimiento de lo dispuesto en la Real Ejecutoria por el licenciado don Melchor Sáenz de Tejada "corregidor, justicia mayor y capitán de guerra de esta dicha villa (Ágreda) y su tierra, por Su Majestad, y Juez Subdelegado de Rentas Generales y Tabaco de ella su jurisdicción y partido"; y, finalmente, el acta del concejo de la villa de Trébago celebrado el 25 del mismo mes, suscrita por el escribano de número de la villa de Ágreda y su tierra, Matías de Quintana.

Los archivos genealógicos y heráldicos familiares son, indudablemente, fuente de conocimiento de la historia local, segmento primordial de la historia social de una nación. Ha querido la fortuna que entre los documentos del archivo de la familia García se conserven tres documentos más, que hoy también conforman su "Libro Heráldico y Genealógico".

Es uno de ellos el informe que presentó en 27 de diciembre de 1786 don Manuel García al corregidor de Ágreda, don Francisco Antonio Torbes, protestando por haber sido nombrado alcalde menor por el estado general en las elecciones a cargos de justicia de Trébago. En él exhortaba dicho corregidor al concejo de esta población para que nombraran al peticionario en primer lugar, o alcalde primero, y al que había sido elegido en primer lugar (José Celorrio) en el lugar segundo, "sin dar lugar a quejas, pues en caso contrario se procederá contra los contraventores". Para ejecutar tal solicitud se requirieron los servicios del "fiel de fechos"(4), colocando el testimonio de su resultado a continuación de este despacho. El 29 de diciembre este oficial, Juan Miguel Sánchez, lo puso en conocimiento de la Justicia y vecinos de Trébago, "estando en público concejo y a campana tañida, como es costumbre". Respondió el concejo que la mayor parte de sus habitantes se encontraban fuera del pueblo, y, en consecuencia, solicitaban que se suspendiera el trámite de exponer las razones que a esta petición habrían de dar, lo que se ejecutaría en breve plazo. En efecto, el 31 de diciembre, estando reunidos los vecinos nuevamente en concejo acordaron otorgar la vara de alcalde primero a Manuel García "como se manda, con la protesta de que no pare perjuicio al Común de este lugar, para usar de su derecho". Firmaban el acta los siguientes vecinos: Manuel Sánchez Urril y Manuel Barranco (alcaldes), Luis Gómez (regidor), el procurador Juan de Soria, Francisco Gómez, Juan Tutor Pérez, Juan Martínez, Antonio Tutor, Antonio Carrascosa, Juan Podero, Mateo Berdonces, Tiburcio Sánchez, Tomás y Juan de Medrano, Pedro León Gómez, Miguel de las Heras, Rudesindo Lozano, José Crespo, Diego de Soria, Gregorio Martínez, Antonio Palacios, Ildefonso Martínez, Ramón Lozano, Vicente Celorrio y Juan Miguel Sánchez. Como fácilmente se puede advertir, constituye esta fuente un pequeño padrón del vecindario trebagüés del año 1786, y de aquí su interés.

El segundo documento lleva fecha de 1805 (en papel de sello cuarto, para pobres de solemnidad). Es la hijuela(5) de los bienes que don Manuel García Zapata y doña Juana Poyo dan como dote a su hijo don Manuel García y Poyo(6), "y son los mismos que llevó al matrimonio que contrajo con Bernarda Pastora Tutor las Heras". Los efectos y los valores fueron consignados así:

EFECTOS VALORES EN REALES
Un capote de paño amatado 160
Una chupa de paño amatado 050
Dos pares de calzones de dicho paño 052
Dos pares de botillos de lo mismo 026
Unos calzones de esterado de color 028
Una chupa y calzones de estameña negra 090
Un justillo de color de café echado en casa 022
Un justillo de pana azul con botonadura
de plata y su forro
088
Otro justillo de pana labrada verde 062
Una montera de paño amatado con forro
de terciopelo
030
Dos pares de medias, unas de algodón
blancas y otras negras de estambre
028
Un sombrero con su cinta y una red 054
Tres pares de calzoncillos de cáñamo 030
Cuatro justillos de cáñamo, digo de lino
y algodón
057
Tres pares de calcetas de hilo de cáñamo 018
Dos camisones de lino 064
Cuatro camisones de cáñamo 108
Unos zapatos de castor negro 024
Seiscientos sesenta reales, importe de las
joyas que se trajeron para la novia,
a saber, un guardapiés de sempiterna
de color de pasa, otro de lo mismo
verde jubón de terciopelo
Otro de paño de seda, delantar de tafetán
doble y cintas
660
Unas medias y...castor para la novia 028
Unas hebillas de plata 076
Una botonadura de plata para jubón 024
Un aderezo de plata sobredorada 111
Un pañuelo de muselina bordado 090
Dos mantillos finos, uno blanco y otro
negro con sus cintas
120
De echuras de las joyas 042
Del gasto de la boda 146
Una reja para el arado y una azuela 028
Un yugo con su arado 027
Treinta medias de trigo 154
Doce medias de cebada
Un huerto por cima la Tenería, que linda
al saliente con huerto de Manuel
Sánchez Uriel y al poniente con
otro de Manuel Barranco
500
Una heredad en el barranco de Cañaular
de cabida de una yubada...
138
Una arca de pino con su cerraja y llave 010
Seis sillas de anea pintadas 050
Ocho reales de vidriado de almazán 008
Un macho que he comprado 1.500
Doce medias de cebada, a 18 reales 108
-----
Tiene esta hijuela cuatro mil setecientos setenta y un real, y por la verdad lo firmo en Trébago
Septiembre 10 de 1805, Juan León Sánchez,
"fiel de fechos".

4.771
Y el tercer documento contiene los bienes que don Manuel García y Bernarda Tutor dieron a su hijo don Juan Cruz García Tutor(7) cuando contrajo matrimonio, en fecha 25 de enero de 1831, con María de Soria y Martínez, y cuya cuenta importó la cantidad de 7.629 reales; y la herencia que asimismo recibió éste de don Juan Anastasio Lenguas en 8 de enero de 1842, por importe de 28.309 reales y 5 maravedíes. Esta cifra se vio aumentada en 40.709 reales y 17 maravedíes, procedentes, a su vez, de la herencia de sus difuntos padres. En total, en 20 de noviembre de 1842, alcanzó el capital la elevada suma de 76.649 reales con 22 maravedíes, como certificó el secretario del Ayuntamiento Constitucional, Fermín Cacho(8).

Los Garcías oriundos de Trébago de los siglos XIX-XX

Las tres generaciones de los Garcías oriundos de Trébago consecutivas en línea recta, ya extintas, que alcanzan de pleno el siglo XX, fueron las de: 1.ª Aniceto García Soria (Trébago 18 de abril de 1837(9)-Aldeapozo 8 de septiembre de 1913) y Vicenta Muñoz Romero; 2.ª Abdón Senén García Muñoz (Ciria 1872-Soria 1951) y Ángela de la Puerta Laso; y 3.ª Vicente García de la Puerta Muñoz (Soria 1906-Jaén 1991) y Concepción López Sarrablo(10).

Aniceto García Soria, desempeñó el oficio de ventero en la localidad de Ciria(11) a donde llegó procedente de Trébago, localidad aquélla en donde nació su primogénito, Abdón Senén, que fue maestro nacional, y falleció en Soria en el año 1951. En esta ciudad nació en 1906 Vicente García de la Puerta Muñoz, médico de profesión, que se estableció en la ciudad de Jaén en 1933 y en donde nacieron todos sus hijos(12).


Don Aniceto García Soria y su
hija Pilar García Muñoz.
(Cortesía de Don Santiango
Lallana García)
 
Árbol Genealógico de don Aniceto
García Soria y doña Vicenta
Muñoz Romero y descendientes.
 
Familia de los hijos y nietos
de don Vicente García de
la Puerta Muñoz y doña
Concepción López Sarrablo
(Priego de Córdoba, 2007))
El blasón de los García de Trébago

El escudo de García, en puridad de principios, no es propiamente privativo de la localidad geográfica a la que lo hemos vinculado, ya que se compone por cuatro cuarteles de varia procedencia y cuyo ascendiente común se afirma ser natural de Brañosera (hoy provincia de Palencia). Santiago García del Río, primero, al obtener la "carta ejecutoria de hidalguía" pretendía conseguir determinadas exenciones y prebendas edilicias, pero además que se le considerara noble, partiendo del axioma expresado en el Diálogo de la nobleza y fama, de Lorenzo Suárez de Chaves, que "hidalguía es nobleza que viene a los hombres por linaje"(13). Manuel García Zapata, su hijo, debió heredar este compromiso y llevarlo a sus últimas consecuencias, con el reconocimiento de cierta gloria social al solicitar la elaboración del blasón de su "gente", mediante la formación de su escudo heráldico, ya a finales del Antiguo Régimen. Ello significaba que se destacaba del común de sus vecinos, "deseando perpetuar la buena memoria de sus ilustres ascendientes", precisamente en el lugar que lo había acogido como vecino y en donde se radicaría contrayendo matrimonio y nacerían sus descendientes(14).

Don Juan Félix de Rújula, como Cronista de Armas(15), encargado de elaborar a Manuel García Zapata su escudo y plasmarlo en el libro realiza un discurso histórico patronímico y genealógico amplio (en 53 hojas) sobre los cuarteles que habrían de conformarlo, especialmente el de los García, poniendo a salvo la "real y absoluta facultad de su empleo como tal Cronista de Armas". Dice concluyente que "de dicho antiguo y noble solar de García de las ramas de Castilla, y de la líneas establecida desde tiempo inmemorial en el Lugar de Brañosera, provino la justificada de dicho Don Manuel García Zapata y de sus hermanos "en quienes deben recaer todas las distinciones, goces, antigüedad y prerrogativas de dicho apellido, que dejamos historiado". Y añadía: "la garza, primitiva divisa de esta familia y figura parlante y alusiva al apellido, significa la prudencia en prevenir los riesgos y la cautela en huir de los peligros... las aspas de la orla se traen en armería por haberse hallado los de dicha familia en la conquista de Baeza... que la tomaron por divisa de la Cruz, en que padeció martirio el Santo apóstol... y la cinta del mote o letrero que se desprende del timbre manifiesta la calidad y nobleza de los Garcías, a cuyo linaje ninguno otro le excede en antigüedad". En cuanto a la insignia militar del morrión o escudo de acero bruñido con que se adorna el escudo, puesto de perfil, mirando a la diestra en señal de legitimidad, forrada de gules con bordadura de oro y claveteadas sus rejillas con el mismo metal, por la parte principal que defiende que es la cabeza, guarnecida de lambrequines y vestida de un penacho de plumas de varios colores, demuestran "los diversos guerreros pensamientos de los hijos de estas nobles Casas, que proyectó su talento y ejecutó el brazo".

Como símbolos y significados de las figuras, colores y metales del escudo que organizaba, añadía el Cronista Rújula ser las cinco zapatas del segundo cuartel (armas parlantes de esta familia), jaqueladas de oro y sable, sobre campo de gules; el tercero en campo de oro un árbol sinople (valor, fortaleza y lealtad) y un león de su color natural pasante al tronco, en memoria de los señalados varones y fuertes capitanes, como atributo de valor majestuoso y ánimo generosamente guerrero; para concluir con el cuarto cuartel con una torre de gules en campo de plata, con puertas y ventanas mazonadas de oro y sable, y sobre la torre (significando la generosa constancia con que un vasallo ofrece gustosamente su vida en servicio del Rey y de la Patria) un lucero de azur de ocho rayos (por haber tenido los caballeros Sánchez, empleos de la mayor distinción brillando al lado de su Monarca).

Componían, pues, todos estos elementos el timbre del escudo genealógico y familiar, al integrar en él las ramas masculina (por García y Ruiz) y femenina (por Zapata y Sánchez). Y en papel vitelado, sobre lámina de seda, decora y principia el libro genealógico-heráldico, enriquecido en el texto con varias letras capitales y fondos de paisajes urbanos y rústicos de fina belleza barroca.

Consideración final

En la sociedad del siglo XXI ha quedado como residual el uso de estos emblemas por sus legítimos titulares. Pero Juan de Rújula en la certificación que expidió a favor de Don Manuel García Zapata facultaba el uso de estas Armas a "sus hermanos, hijos, nietos y demás legítimos descendientes, en virtud de la posesión de hidalguía que tienen justificada... mandándolas esculpir, grabar, cifrar y pintar en sus sellos y anillos, reposteros, casas, portadas, sepulcros, capillas, epitafios, cenotafios, coches, libreas, alhajas de oro, plata y seda, y demás parajes acostumbrados, sin que en ello se les pueda poner impedimento por tribunal alguno eclesiástico, ni secular".

No constituiría, por ello, ningún anacronismo que los nobles muros municipales del Ayuntamiento de Trébago, a falta de mejor lugar, pudieran albergar en representación de todos los Garcías trebagüenses, naturales u oriundos, esta piedra armera(16). Sería todo un símbolo acorde con su memoria histórica y motivo turístico para visitar la patria los residentes foráneos.


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NOTA RECTIFICATORIA

En el presente artículo, publicado en el número 33 de esta Revista "La Voz de Trébago", y en el epígrafe "Los Garcías oriundos de Trébago de los siglos XIX-XX", se consigna como primogénito de don Aniceto García Soria, nacido en aquella localidad en el año 1837, a don Abdón Senén García Muñoz, nacido en Ciria en 1872. Don Aniceto García Soria tuvo ciertamente varios hijos, uno de los cuales don Eustaquio nació en 1870, es decir con anterioridad a don Abdón Senén García Muñoz, no siendo éste por tanto el primogénito, aunque tampoco aquél.

Este error ha motivado una carta dirigida a quien suscribe y a la dirección de esta Revista por D. Santiago Lallana García, residente en Madrid y descendiente de D. Eustaquio, solicitando la rectificación del dato, circunstancia que con esta nota y en honor a la verdad histórica, damos por cumplimentada, lamentando el error involuntariamente producido.

El "lapsus" será subsanado igualmente en un nuevo artículo más extenso sobre la genealogía y heráldica de los García de Trébago, que verá próximamente la luz en "Hidalguía", la revista nacional más acreditada de esta especialidad.

Manuel Peláez del Rosal



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1. O Santiago García Burgos, hijo de Juan y Manuela (vecinos de Salcedillo, arzobispado de Burgos), casó con Manuela Zapata Sánchez, hija de Manuel y María (vecinos de Trébago) en esta población el día 7 de agosto de 1740, tomo 3º, folio 350. El autor agradece a D. Juan Carlos Cervero Vadillo haberle proporcionado los datos sacramentales de ésta y sucesivas notas.
2. Tomo 3.º, folio 383 del Libro de Matrimonios. Falleció en 18 de enero de 1808, tomo 4.º, folio 345 vto. Su esposa Juana Poyo era de San Felices y estaba viuda de Tomás las Lenguas.
3. Sobre este particular cfr. Moreno Gallego, V., "Heráldica y libro antiguo: Breves reflexiones", en Boletín de la Real Academia de la Historia, tomo CCVII, cuaderno I, Madrid, 2010, págs. 39-74, para quien la heráldica está históricamente unida a la bibliofilia, al coleccionismo librario.
4. Esta figura sustituía al escribano en aquellos lugares en que no existía para dar fe de lo actuado. Tal figura continúa existiendo normativamente en los concejos alaveses: art. 10.3 de la Norma Foral 11/1995 de 10 de marzo.
5. Bienes que corresponden a una persona en la partición de una herencia.
6. Casó en Trébago el 17 de febrero de 1800. Tomo 4.º, folio 244. Falleció el 19 de marzo de 1835, tomo 4.º, fol. 426 vto.
7. Se bautizó en Trébago el día 15 de septiembre de 1812, tomo 4.º, fol. 48 v.
8. Rebasaría la extensión de este trabajo la inclusión de los inventarios completos, pero sí dejamos constancia de algunos de los efectos que en el mismo se contenían, a saber, un macho de labor y arriería (1.500 reales), varias heredades (en la Tenería, Cerros, Camino de Valdeagua, Peñuelas, Camino de los Molineros, etc.), 1.000 reales en dinero, más otros 11.000 en efectivo, ascendiendo el gasto de la boda a 307 reales. Tenía entonces una población de 116 vecinos o 440 almas, según se afirma en el Diccionario de Pascual Madoz, y sus habitantes se dedicaban a la agricultura y arriería. Administrativamente no era villa, sino "lugar con ayuntamiento", "aldea y jurisdicción de Ágreda", que producía "trigo puro, común, cebada, avena, legumbres, hortalizas, leñas de combustible y buenos pastos, con los que se mantiene ganado lanar y cabrío; hay caza de perdices, liebres y venados".
9. Tomo 4.º, fol. 146 (padrinos Diego Felipe Soria y Catalina Martínez).
10. El linaje de estas tres generaciones, y las siete anteriores, colma un amplio árbol genealógico, de costado que paciente y minuciosamente ha elaborado Carmelo García Benito (Soria, 2002) con la colaboración y testimonios de varios familiares
11. En la falda de la Bigornia, y entre tierras sorianas y mañas, se encuentra la Venta de Ciria, uno de los rincones más acogedores de la provincia de Soria situado a unos 45 kilómetros entre Soria y Calatayud. Sus orígenes datan del siglo XV. La propaganda turística dice que aquí se podrá disfrutar del aire puro del Moncayo, de la cada vez más ansiada tranquilidad propia de la vida en el campo y de una auténtica y exquisita cocina casera. Entre sus platos estrella, destacan las alubias rojas con oreja y chorizo, la exquisita sopa castellana, el auténtico pollo de corral, el lechal asado en horno de leña y las carnes rojas tostadas sobre las brasas del fuego.
12. El Ayuntamiento de esta ciudad en reconocimiento a su larga y fecunda vida profesional le ha dedicado recientemente una calle.
13. Sospechamos que como buen "castellano viejo", a Santiago García le importaba también que se fijara su linaje, es decir la línea paterno-filial que va uniendo desde tiempos ancestrales a cada persona con su padre ("varonía"), compartiendo todos, por tanto, el primer apellido. Con ello pretendía que se primara su limpieza de sangre, o la fama heredada, como estimación que hacen los demás de la honra o mérito de una persona.
14. Los enlaces García Poyo, García Tutor y García Soria, son los ascendientes directos de una extensa familia que hoy llevan a gala el ilustre apellido de su linaje.
15. Carlos III, en consideración a los estudios históricos -genealógicos y heráldicos- efectuados por don Juan Félix de Rújula y Ximeno (n. 1744), le nombró el 9 de marzo de 1774, Cronista y Rey de Armas Supernumerario de la Monarquía. Ha sido el fundador del valiosísimo Archivo Heráldico de la culta distinguida familia de Rújula. Ver sobre la figura del Cronista de Armas, Cadenas y Vicente, V., "Los cronistas reyes de armas: sus competencias y atribuciones", en Hidalguía, vol. 233, Madrid, 1992, págs. 601-608; y sobre la figura del cronista oficial, Peláez del Rosal, M., "Los cronistas locales y su aportación a la cultura tradicional", en Proyecto Andalucía. Antropología. (coord. S. Rodríguez Becerra). tomo XII, capítulo, 9, Publicaciones Comunitarias, Sevilla, 2005, págs. 359-392.
16. Ver al respecto Sampedro, J., Con nombre y apellidos. Cómo localizar a nuestros antepasados, Ediciones Martínez Roca, Madrid, 1999, págs. 156-161.

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