por Miguel Moreno (Cronicón)
Nos envía D. Miguel Moreno un artículo publicado en El Mundo - Diario de Soria del día 13 de septiembre de 2009, en su sección de CRONICÓN, escrito por él, que agradecemos, con la siguiente nota manuscrita:
"Sr. Presidente y "Amigos de Trébago": Os he agradecido mucho el envío de LA VOZ -vuestra VOZ- número 30 y me ha parecido bien reseñarla en mis Cronicones, con esos ¿Más?, todos verdaderos.
Muchas gracias y un abrazo, Miguel Moreno".
ES EL NUMERO 30 de La Voz deTrébago (julio, 2009), que edita la Asociación de Amigos de Trébago, el que viene a despertar mi atención por este importante lugar de "la Rinconada" en tierra de Ágreda y camino hacia las cañadas y barrancas del Alhama; con el añadido y la ilustración de un hermoso ramillete de moras -¿alusión a la leyenda trebaguesa de "la mora encantada"?-. Aunque hay otras razones que se suman a este aviso -despertador informativo y que pretendo no eludir. Cronista a tu fichero y a tus viejos papeles. Trébago y con be, aunque siempre muchos y hasta yo en mis libros escrito lo tengo con uve. El diccionario de Madoz, volumen XV, página 137, con be lo escribe y del Madoz lo hemos vivido, pronto hará dos siglos. Tampoco hay allí más Trébagos, y él dice -no sé quién la mediría- que el torreón tiene cincuenta varas a lo alto. Hoy -escribo el martes día 7- Eva Sánchez, corresponsal de este mismo diario, en su Barbacana, menciona entre los nombres de relieve de aquellas tierras moncaínas al maestro y alcalde de Ólvega, Don Juan Manuel Tello, pues una de las páginas más hermosas y escritas in situ, en directo, sobre Trébago (Campo Soriano, 9 de febrero de 1982) y él ya escribe sobre la ortografía: «escrito con uve, tantas veces como con be...», habrá de recuperarse y reproducirse , si aún no se ha hecho, en esta revista 'La Voz' o porque es una pieza testimonial. ¿Más? El baile ritual, frenético, monorrítmico, enervante, agotador, vibrante y guerrero, ininterrumpido «in sacris», ante la imagen de la Virgen del río Manzano, la de las romerías y las cabalgaduras bien enjaezadas, cada año a su ermita. ¡Estampa singular e inolvidable! («Triunviratos de mozos, siempre oriundos, con los brazos levantados y tensos, dirigidos como dardos a las imágenes del río Manzano y del Carmen y, aún hacia el Tabernáculo... hasta que se acaban las armonías de gaitas y tambores». Acabo de copiarme en mis «Pueblos Sorianos II» 1970). Y en Trébago, amigos todos de la Rinconada, tenéis ya el testimonio de mi cercanía y afecto, no sólo en estas fiestas sino siempre, cuando suena vuestro nombre, que con el colega y amigo Andrés Calavia -un propio y en propias manos- os tengo mandada para vuestro Centro Social el boceto, apunte de una acuarela del levantino, maestro de acuarelistas García Larrea, que cuando pasó por esa tierra no se resignó a marchar sin dejar inmortalizado vuestro paisaje. ¿Más? Sí. El recuerdo al trebagués Gregorio Sánchez Domínguez a quien ya mencionáis en esta 'Voz 2009' con el que yo conocí -y asombreme, como veis- vuestra reliquia costumbrista Única: el baile ritual de Trébago.
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