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por Mª José, Ximo, Josefa y Tino
 Un día nos cuenta nuestra amiga Mª José lo siguiente: esta noche pasada he soñado que estaba viendo una procesión, no me preguntéis dónde, que no lo sé. Cuando ha llegado a mi altura la imagen que procesionaba, he podido ver que era una Virgen, con una manzana en la mano.
Del mismo modo os diré, que el sueño me ha impresionado hasta el punto que me he dicho: "tengo que ir a conocer a la Virgen del sueño".
 A través de internet localizamos a la Virgen; nos teníamos que desplazar a un pueblo de la provincia de Soria, llamado TRÉBAGO.
Quedamos de acuerdo en que, si no había ninguna novedad, aprovechando la Pascua de Resurrección, iríamos a ese pueblo.
Nos pusimos en contacto telefónico con el Sr. Jesús; persona no amable, sino super-amable. Nos dio todo tipo de facilidades, para que pudiéramos visitar a la Virgen, el día que fuésemos.
El día 11 del mes de abril, Sábado Santo, a las trece horas y al bajar del coche, pisamos por primera vez el suelo de Trébago. Hasta llegar allí, tuvimos: cielo muy nublado, aire, niebla, nieve y un poquito de intranquilidad, por si la climatología no nos dejaba llegar; pero fue la primera prueba de que la Virgen del Manzano nos amparaba; porque llegamos sin ningún tipo de problema, ni de contratiempo.
Una vez en el pueblo, y según lo acordado con el Sr. Jesús y a través del móvil, nos pusimos en contacto. Nos mandó al Sr. Juan Palomero. Persona muy agradable, hospitalaria y de una educación exquisita. Nos recibió y nos atendió de forma muy gratificante y cariñosa.
 Nos abrió la puerta de la Iglesia y pudimos contemplar por primera vez a la VIRGEN DEL RÍO MANZANO. Pequeña imagen en cuanto a su tamaño, pero qué gran sensación y placer al contemplarla. Cara guapa, cara que refleja serenidad y lo más importante, su cara te emociona. El Sr. Juan nos comentó que no tuviéramos ninguna prisa, que nos recreáramos todo lo que quisiéramos. Así lo hicimos, y recorrimos toda la iglesia. Hasta el punto que pudimos observar la maravillosa vista que hay desde arriba del campanario. En definitiva, el sueño de nuestra amiga "se hizo realidad". Muchas gracias al Sr. Jesús, por su amabilidad. Nuestro reconocimiento sincero al Sr. Juan Palomero. Para finalizar, muchas gracias a la VIRGEN DEL RÍO MANZANO, por habernos permitido conocerla, besarla y tocar su manto. Desde estas líneas, Virgen Santísima, te pedimos que nunca nos abandones y que, por favor, nos reconozcas el pequeñísimo esfuerzo que hicimos para poder verte. Un saludo afectuoso a todos las habitantes de Trébago, de parte de: Mª José, Ximo, Josefa y Tino. Hasta siempre.
Nota de la Redacción:
Dicen los autores que "Hasta llegar allí, tuvimos: cielo muy nublado, aire, niebla, nieve y un poquito de intranquilidad, por si la climatología no nos dejaba llegar; pero fue la primera prueba de que la Virgen del Manzano nos amparaba; porque llegamos sin ningún tipo de problema, ni de contratiempo.". Lo que no han comentado es que dicho viaje lo hicieron desde Alcira (Valencia), su lugar de residencia y donde tuvo lugar el sueño por parte de Mª José.
Dicen que la fe mueve montañas. En este caso, la fe ha movido a estos cuatro amigos a recorrer más de 400 Km. para ver en Trébago (Soria) a la Virgen del Río Manzano.
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