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Trece advocaciones de la Virgen en la Iglesia de Trébago



por Alfonso García Bermejo
Cura - Párroco

En números anteriores de esta revista se han dado a conocer algunos aspectos curiosos de la iglesia de nuestro pueblo; en este artículo queremos dar a conocer las imágenes de la Virgen que se conservan en nuestro templo parroquial; fue el padre Pablo Largo, claretiano, quien el pasado verano me hizo notar el gran número de advocaciones con que María era venerada en Trébago.

   

La titular es Ntra. Sra.de La Asunción. Esta imagen se ubica en el centro del altar mayor, en un retablo barroco churrigueresco, encontrándose a sus lados San Juan Bautista y San Pedro Apóstol. El retablo "se doró con la industria y limosna de los vecinos de Trébago y se concluyó en 1717". Su fiesta se celebra el 15 de agosto, y recuerda el momento en que los ángeles la llevan al cielo en cuerpo y alma tras su dormición o muerte.

En el presbiterio, y colocada en sus andas, se encuentra la imagen de Ntra. Sra. del Río Manzano, talla gótica del siglo XIV, que según la tradición se encontró en el río Manzano. Entronizada y con corona, tiene al Niño sentado sobre sus rodillas a modo de regazo, y lleva en la mano una manzana, mientras el niño está en actitud de bendecir.

   

Es patrona de arrieros y trajinantes, sus rostros y manos presentan la policromía original, pero el resto del cuerpo está recubierto por una capa de yeso que oculta su primitiva forma, así quedo en su última restauración y no sabemos si perdió la policromía o si se esconde tras esa capa. Desde hace unos años, por razones de seguridad, está en la iglesia, pero siempre se ha venerado en la ermita que se levanta en las faldas del alto de los Curuñuelos al suroeste del pueblo, a una distancia de dos kilómetros aproximadamente. Tiene cinco mantos distintos, dorado, blanco, verde, rojo y morado, que se le ponen según los colores litúrgicos del año cristiano.

En la capilla que lleva su nombre se ubica la Virgen del Rosario, y al igual que las demás tallas de la iglesia, hemos de datarla al comienzo del siglo XVIII. La iglesia católica celebra el 7 de octubre como día de la bienaventurada Virgen María del Santísimo Rosario. En la edad media, la orden fundada por Santo Domingo de Guzmán difundió y practicó esta devoción a Ntra. Sra., tomando la advocación por protectora y titular. Esta celebración fue instituida dentro de la liturgia cristiana por el papa dominico San Pío V en el año 1572. Clemente XI en 1716 extendió la solemnidad a la iglesia universal unida al primer domingo de octubre que conmemora la batalla de Lepanto, también conocido por Ntra. Sra. de la Victoria del Rosario. Ante esta imagen y las dos anteriormente citadas tiene lugar el llamado "baile de la Virgen" en las fiestas patronales de agosto.

Junto al Crucificado, de estilo barroco, situado en el lado del evangelio encontramos la Dolorosa, imagen de vestir adquirida en los años cincuenta del pasado siglo que sustituyó a otra similar deteriorada con el tiempo. Su memoria se celebra el 15 de septiembre, también es venerada el viernes anterior al domingo de ramos, llamado viernes de dolores.

   

En el altar de San Ramón encontramos una imagen de escayola que representa al Corazón Inmaculado de María; fácilmente esta imagen se trajo a finales del siglo XIX, al igual que la del Corazón de Jesús. Fueron los padres claretianos los que introdujeron su culto y establecieron la cofradía. Su fiesta es el primer sábado después del Corpus Christi.

En esa misma capilla de San Ramón, en una repisa, podemos contemplar a la Divina Pastora, bonita talla barroca de principio del siglo XVIII. Existen referencias de la Virgen María vestida de pastora en la vida de San Juan de Dios, San Pedro de Alcántara, la Venerable María Jesús de Ágreda, Santa María de las Cinco Llagas. Sin embargo, la labor de darla a conocer fue concebida en Sevilla el año 1703 en la mente de un sacerdote capuchino de gran devoción mariana conocido como el padre Isidoro de Sevilla. A partir de 1705 se comenzó a propagar por todos los territorios del reino de España. Tuvo un importante papel en esto el beato Diego José de Cádiz. En el mes de mayo, mes de las flores, le rendimos un culto singular.

En el lado de la epístola veremos a Ntra. Sra. de la Medalla Milagrosa, pequeña figura de escayola regalada hace cincuenta años por Sor Otilia Martínez, hija de la caridad, nacida en nuestro pueblo. La primera aparición de la Medalla Milagrosa tuvo lugar el domingo 18 de julio de 1830 en París, en la capilla de la casa central de las hijas de la caridad, a una religiosa llamada Catalina Laboure. Celebramos su fiesta el 27 de noviembre.

   

En la capilla del bautismo tenemos una vidriera que representa a Ntra. Sra. de Guadalupe, donada por los hijos del pueblo emigrados a México en los años cincuenta. En 1531 la Virgen se apareció en el pueblo mexicano de Tlateolco al joven azteca Juan Diego. María le anuncia quién es, y le solicita la construcción de un templo en el mismo lugar de la aparición, para mostrar su amor y auxilio. El obispo no cree lo que oye del joven y le pide una señal. En una nueva parición, la Virgen le señala a Juan Diego dónde coger unas rosas, en invierno, para llevárselas al obispo como señal. El joven las guarda en su ayate, las lleva al obispo y al soltarlas, las rosas caen al suelo y aparece dibujada en la tela la preciosa imagen de la Virgen de Guadalupe. Su día grande es el 12 de diciembre.

En una hornacina está la Virgen de Fátima, imagen de escayola de unos 60 cm. de altura que nos recuerda las apariciones que en 1917 tuvieron lugar en una pequeña ciudad desconocida de 2.500 habitantes, situada a 800 m. de altura y a 130 Km. al norte de Lisboa, casi en el centro de Portugal. Hoy Fátima es famosa en todo el mundo y su santuario lo visitan innumerables devotos. Allí la Virgen se manifestó a niños de corta edad: Lucía de 10 años; Francisco, su primo, de 9 años y Jacinta, hermana menor de Francisco. Como dice el cántico de todos conocidos "el 13 de mayo a Cova de Iría bajó de los cielos la Virgen María".

Muy cerca de la Virgen de Fátima hay un icono de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro.
Los padres redentoristas dejaban siempre en las iglesias, como recuerdo de las misiones populares, esta lámina que contemplamos. El icono original está en el altar mayor de la iglesia de San Alfonso, muy cerca de la basílica de Santa María la Mayor en Roma. El cuadro nos recuerda la maternidad divina de la Virgen y su cuidado por Jesús desde su concepción hasta su muerte. Hoy la Virgen cuida de todos sus hijos que a ella acuden con plena confianza. Su fiesta es el 27 de junio.

   

La Virgen del Carmen destaca en una repisa en el lado derecho de la iglesia; es una preciosa talla de madera de finales del siglo XVIII. Lleva en sus brazos a su hijo Jesús que nos entrega el escapulario. El santo escapulario, entregado según la tradición a San Simón Stock, general de los carmelitas, en 1251, es como el símbolo y compendio de la protección de la Virgen a sus devotos y también como signo externo de la consagración a la Madre Celestial. Cada 16 de julio la Virgen del Carmen nos recuerda que en la vida protege, en la muerte ayuda y en el purgatorio salva. La mayor gracia que ha dado a nuestra parroquia es la vocación de las hermanas Leonor y Angelines García, carmelitas misioneras.

Entrando a la sacristía veremos a Ntra. Sra. del Pilar, valiosa talla barroca de 40 cm. de altura. La tradición dice que, tras la ascensión a los cielos de Jesús, los Apóstoles se distribuyen por todo el orbe para llevar la Buena Nueva. Santiago el Mayor acude a Hispania e intenta la evangelización, con pobres resultados. La Virgen María acudió en carne mortal a Cesar Augusta y, apareciéndose sobre un pilar, le da ánimos al enérgico Apóstol. El santuario levantado en ese lugar de la actual Zaragoza es uno de los más visitados en el mundo católico. Cada 12 de octubre la aclamamos como madre de la Hispanidad.

Al lado opuesto de la Pilarica encontramos a la Inmaculada concepción, imagen de vestir traída al pueblo en torno al año 1854 en que se proclamó el dogma por el papa Pío Nono. La festividad es celebrada cada 8 de diciembre con gran énfasis entre los católicos españoles ya que es la patrona de nuestra nación. La fecha elegida está en relación con el 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de la Virgen. Entre la Inmaculada Concepción y la Natividad se da por tanto la misma dependencia que entre la Anunciación del Señor y la Navidad.

Termino aquí querido lector la relación de todos los títulos que Ntra. Madre tiene en la iglesia de Trébago; que esta pequeña aportación nos sirva para conocerla mejor y amarla más.

Nota de la Redacción:
Además de todas las advocaciones a que hace mención D. Alfonso en su artículo, hay otra imagen de la Dolorosa en el retablo mayor, en el calvario, a la derecha de Jesús. Y otra, la Virgen de los Milagros, en el estandarte que se lleva junto a los de los demás pueblos de la Villa y Tierra de Ágreda, (16 pueblos y el de Ágreda), en las celebraciones de la Virgen de los Milagros.
Como vemos, la devoción a la Virgen es grande en esta tierra.


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