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por Santiago Lázaro Carrascosa
Es bien sabido que en los pueblos, y Trébago no es una excepción, la mayoría de sus habitantes se identifican no sólo por su nombre, sino también por un apodo personal o familiar. En muchos casos se desconoce el porqué de estos apelativos, que se van transmitiendo de padres a hijos, sin que se conozcan las circunstancias que dieron origen a los mismos.
Entre los muchos sobrenombres que hay en Trébago está el de "los moleros", de la familia de Nicolás García Soria, abuelo de mi esposa Amalia García Carrascosa. Estaba claro que dicho apelativo sólo podía significar que alguno de sus ascendientes había sido molero, es decir, tallador o vendedor de muelas de molino, pero no se conocía ninguna evidencia que pudiera probar este hecho.
En el número 28 de La Voz de Trébago, María Inés Sainz, vecina del pueblo navarro de Mendavia, publica un artículo en el que relata que, en el año 1766, el Ayuntamiento de Mendavia compró una muela de granito o piedra berroqueña, para un molino hidráulico, a Santiago García Burgos, vecino de Trébago, hijo del también vendedor o constructor de muelas de molino, Juan García, oriundo de Salcedillo, en el norte de la provincia de Palencia.
Esta información indica que hace exactamente 242 años, la explotación de las canteras de granito de Trébago estaba en pleno auge. Tanto es así que, desde Salcedillo, un pueblo muy distante, teniendo en cuenta las comunicaciones de la época, Juan García vino a trabajar en las canteras del pueblo. Esta noticia, interesante como dato histórico para Trébago, lo es aún más para mi esposa y para todos los descendientes de "los moleros", porque explica la razón de su apodo familiar. Es muy posible que los descendientes de Juan García, ya asentados en Trébago, continuaran el oficio no sólo de vendedores, sino también de talladores de muelas, hasta que se mantuvo esta actividad en nuestro pueblo.
 El oficio de tallador de piedras de molino requería habilidad y experiencia y suponía un trabajo ímprobo que no estaba exento de riesgos. Las muelas se labraban directamente en la cantera, de forma totalmente artesanal, empleando varias herramientas, pero fundamentalmente escoplo y martillo. En ocasiones, si la piedra no había sido bien elegida, podía romperse cuando el trabajo estaba muy avanzado, como lo demuestran los restos de muelas sin acabar que aún quedan en las canteras del monte. Entonces, había que comenzar de nuevo la labor en otra zona, dando por perdido todo el tiempo y el esfuerzo empleados.
ASCENDIENTES DE NICOLÁS GARCÍA SORIA NACIDOS EN TRÉBAGO, SEGÚN CONSTA EN LOS LIBROS PARROQUIALES DE LA IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN
1 Juan García (quinto abuelo, nacido en Salcedillo, no se conoce el nombre de su esposa)
2 Santiago García Burgos (cuarto abuelo) casado con Manuela Zapata Sánchez
3 Manuel García Zapata (tercer abuelo) casado con Juana Poyo
4 Manuel García Poyo (segundo abuelo) casado con Bernarda Pastora Tutor Heras
5 Juan-Cruz García Tutor (primer abuelo) casado con María Ambrosia Soria Martínez
6 Manuel García Soria (padre) casado con Saturnina Soria Alfaro
7 Nicolás García Soria à abuelo de mi esposa Amalia García Carrascosa
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