por Berta Lázaro Martínez
El tercer artículo de esta serie continúa ofreciendo a los lectores de La Voz de Trébago parte de las 100 inscripciones en piedra llevadas a cabo por José Lázaro Carrascosa (Pepe) con los topónimos de Trébago. Estas reseñas, como en ocasiones anteriores, respetan fielmente las anotaciones realizadas en su día por mi padre y recogidas en un cuaderno-catálogo, junto con un dibujo de cada uno de sus trabajos. Esperamos que la reproducción de todo ello en nuestra revista cumpla con el objetivo de la divulgación de los nombres tradicionales de nuestros parajes y proporcionen la excusa para un agradable paseo veraniego.
Inscripción nº 11: Poyo La Yedra, 28 de julio de 1992.
Grabada en una de las piedras del Poyo de La Yedra, que se construyó por iniciativa mía con piedras del antiguo lavadero, obra en la que colaboró todo el pueblo y que duró tres días. La fecha que reza en la inscripción es la del día que se terminó la obra, la grabación la hice el 4 de septiembre del mismo año.
Inscripción nº 41: La fuente de la Martillería, 14 de julio de 1993.
Esta grabación fue hecha el día de la fecha en una pasadera de la pilastra del Corral de La Martillería; por delante del corral y de su puerta pasaba la Senda de La Martillería que conducía a la fuente (a unos 140 metros) y después a remontar (por la derecha del Pico de Los Curuñuelos) la loma de la Peña del Mirón. Esta senda ha desaparecido al hacer las fajas para plantar los pinos hace ocho o diez años. No he podido llegar ni a la Fuente del Gaitero, ni a la de La Solondrija. Las estepas, las zarzas y los propios pinos hacen intransitables estos lugares.
Inscripción nº 43: Hoya de Los Nocedos, 20 de septiembre de 1993.
Grabada en una piedra de la esquina este-sur de la pared de la cochera situada en el paraje Eras del río. La inscripción está mirando al sur, y por tanto a las tierras labrantías a las cuales se les denomina Hoya de los Nocedos. Era y cochera son propiedad del autor de este trabajo.
Inscripción nº 60: Cerro Santiago, 26 de enero de 1994.
En una piedra toba, subiendo por el camino, a unos 130 metros del cerradillo donde existió la antigua ermita de Santiago (que fue derribada el año 1782 y costó 38 reales el desescombrarla y traer la teja y madera al pueblo, nota tomada de un libro de archivo de la Iglesia). La piedra está mirando al nordeste y desde donde está situada se divisan las iglesias de Valdelagua y Trébago y pocos edificios más de ambos pueblos. Los ocultan el horizonte del Cerro: su cima baja los de Trébago; la alta los de Valdelagua.
Inscripción nº 78: Alto de los Cerros, 17 de marzo de 1994.
Grabada esta tarde en una piedra que está puesta, plana, en la pared de lo que fue una casilla o chozo de pastores, que he reconstruido esta tarde (excepto la techumbre). Esta casilla se halla en el ribazo de arriba del "rozo" del abuelo Domingo; a escasos metros hay un enebro que se ve perfectamente desde el pueblo. Este lugar es un bonito mirador, desde donde se pueden divisar los pueblos de Valdelagua del Cerro, Trébago, Fuentestrún, Castilruiz, Montenegro, Matalebreras y Muro de Ágreda, es decir, toda la Rinconada. La techumbre de la casilla se la he puesto hoy, día 10 de julio de 1994.
Inscripción nº 16: El Frontal, 16 de noviembre de 1992.
La grabé esta tarde en una roca durísima de las que llamamos "pitonas", y que no son ni más ni menos que cuarzo. Me ha mellado toda las herramientas y me he visto y deseado para poder terminar. La piedra se halla a unos 10-12 metros de las fincas de labor, mirando al pueblo.
Inscripción nº 51: Solana de Valmayor, 23 de noviembre de 1993.
Esta piedra mide por sus lados aproximadamente 0'85 de largo, por 0,70 de ancha y 0,40 de gruesa. Es arenisca, se halla a unos 15 o 20 metros de la loma que divide la umbría de Carabantes y la solana de Valmayor, por donde discurre la mojonera de la Dehesa. Quince metros más arriba de la piedra se pueden ver dos mojones de ella. Está recostada sobre el ribazo de una de las fajas de los pinos y está mirando al sureste.
[anterior]
[sumario]
[siguiente]
|