|
Quiero dar las gracias...
por Nuria Jiménez Lázaro
¿Alguna vez habéis tenido la satisfacción de poder dar las gracias? A mí me ocurre desde hace ya algún tiempo, pero desde el 22 de agosto del 2005 se ha convertido en un objetivo a cumplir, que no puede retardarse más.
En realidad, no sólo quiero dar las gracias, NECESITO dar las gracias. Seguro que me olvido de algo o de alguien, pero seguro que tendré ocasión de enmendar mi olvido.
Querida tía Marina, muchas gracias por dejarme quererte, muchas gracias por decirme con palabras, gestos y hechos cuánto me querías, muchas gracias por dejarme aprender a cambiar pañales, por dejarme aprender a preparar papillas, por enseñarme el lenguaje de la sonrisa, la caricia y el abrazo. Muchas gracias por cogerme la mano por la noche y dormir sonriendo, muchas gracias por enseñarme a escuchar desde el subconsciente el sonido de una respiración, por dejarme volver a contar el cuento de la caperucita y recordarme cómo hacía el lobo.
Querida tía Marina, muchas gracias por enseñarme las limitaciones de un centro comercial, de una peluquería, de una panadería, de una calle, de un parking, de una vivienda, cuando se va en silla de ruedas. Muchas gracias por enseñarme a disfrutar de la libertad de un niño que corretea y juega a nuestro alrededor regalando sonrisas. Muchas gracias por enseñarme lo largos que son los segundos y lo innecesarias que son las ausencias cuando no tienes independencia. Muchas gracias por enseñarme lo que se puede recibir cuando dependes del amor y respeto de los demás. Yo no habría sabido todo esto si no me hubieras dejado ser dependiente de ti y no tú de mí, a pesar de lo que haya podido parecer.
Quiero dar las gracias a mi hermano Anselmo, ha sabido enseñarme todo lo que antes he nombrado y mucho más. Cuando lo veo sentado tranquilo y transmitiendo en cada uno de sus movimiento y palabras la serenidad y alegría de ir cumpliendo segundo a segundo con lo que hay que hacer; comprendo la felicidad que mostraba la expresión de mi tía Marina; comprendo la extraña mezcla de dolor y satisfacción que sentía en aquellos segundos cuando me llamó y me dijo: "Nuri, se nos va". No sólo hay que estar en el lugar y el momento adecuado, hay que estar en todo momento y lugar siempre, para aprobar este difícil camino del consorte del enfermo de Alzheimer, y mi hermano ha sacado matrícula de honor.
Quiero dar las gracias a Begoña y María, las dos profesionales que nos han ayudado en el último año.
Quiero dar las gracias a mi tía Modesta Lázaro y a Ana Mari Pardo, han estado siempre, cuando las hemos llamado y cuando no lo hemos hecho.
Quiero dar las gracias a Gema, que recibió la primera llamada telefónica que hice aquel día, no tuve que hablar, simplemente me entendió, a Isabelita que tantas veces acompañó a mi tía Marina mientras cosía y a Isabel, que aquel día no sólo rezó, aliviaba nuestro dolor con su tono de voz.
Quiero dar las gracias a D. Alfonso, cuando habló de tolerancia en la homilía del funeral.
Se me acumulan los recuerdos y, como decía al principio, aunque no los nombre, no me olvido de nadie ni de nada.
La memoria es la ciencia más práctica y menos teórica que conozco: quiero dar las gracias a mis abuelos Nicolás Lázaro y Constantina Carrascosa por haber construido en sus hijas Marina y Luz una memoria llena de respeto, responsabilidad, amor al prójimo y lo que yo llamo una vida de puertas abiertas a cualquiera que lo necesite.
Pero por encima de todo quiero, necesito y debo dar las gracias a mi madre, Luz Lázaro Carrascosa, porque cuando el 13 de enero de 1989 nos reunió a mi hermano y a mí, y desde el absoluto respeto a la libertad con responsabilidad y amor al prójimo nos preguntó: "Hijos, la tía Marina quiere vivir conmigo y a mí me gustaría que viviera con nosotros; pero por ley de vida, llegará un momento en que yo sola no pueda atenderla. Necesitaré ayuda, vuestra ayuda, ¿queréis ayudarme?"
Desde aquel día volvimos a ser cuatro, pero nada habría sido posible si mi madre no hubiera preguntado y dado ejemplo desde el primer segundo hasta el último, enseñándonos a ser tan felices.
Muchas gracias mamá.
[Anterior]
[Sumario]
[Siguiente]
|
|
|
|