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Mis charlas con ... (II)



por Anita e Isidro Martínez Sánchez


Farol de
Roberto Delgado
En la revista anterior habíamos comentado que Anita e Isidro tenían más historias que contar, que dejábamos para la próxima ocasión.

En esta ocasión, Isidro empieza recordando una anécdota de arriero ocurrida con relación a un viaje efectuado por Roberto Delgado, que vendía vino rancio, moscatel y vinagre, y se puso malo en el viaje, por lo que tuvieron que traerlo en un taxi hasta Trébago. Isidro y Benigno, hermano de Roberto, se fueron con el taxi a por el carro y los machos.
Nos cuenta Isidro cómo, al entrar ya con el carro en Cobertelada, había un camino estrecho y cuesta abajo. Benigno iba en la máquina (en el carro) y él en las varas con el macho, y a Benigno le dio una "mala gana" y se cayó. "No pasó nada porque Dios no quiso". Los machos eran tan listos que fueron solos a la posada. Cogí un taxi aquella misma noche, después de meter los machos en la posada, lo traje a Trébago, y me volví de nuevo con el taxi a Cobertelada a por el carro. Salí de Cobertelada, vine por Gómara a dormir a Ólvega, para ir al otro día a La Cueva, porque tenía que llevar sal, y de La Cueva me vine a Trébago.

Después, Anita nos recita varias coplas de las que cantaba "El ciego de Villarraso", que le llamaban así pero que cree que era de Tajueco, por la parte de Guadalajara. Cantaba por todas las calles del pueblo, en las esquinas, cantando y tocando, acompañado por un zagal. Y luego vendía las coplas por unos céntimos (de peseta, de las de entonces), que le compraba "el que tenía perras". Transcribimos aquí la copla que hacía referencia "Al crimen de Deza" y que Anita recita de memoria:

Sagrada Virgen del Carmen
Madre y defensora nuestra
Hoy te pedimos auxilio
Arrodillados en tierra.

Danos fuerza, Virgen Santa
Para poder explicar
El crimen más horroroso
Que en el mundo "se pué" dar.

Oh, pueblo pundonoroso
Y noble villa de Deza
Que siempre hay una res coja
En un rebaño de ovejas.

En él vive un labrador
Que Teodoro se llama
Remartínez de apellido
Y viudo por su desgracia.

Este noble labrador
Vive con su hija Cristeta
Que ahora tiene veinte años
Es joven, guapa y esbelta.

Un mozo del mismo pueblo
Se enamora de Cristeta
Y le pide relaciones
Para casarse con ella.

Yo te lo agradezco, Juan
Porque soy muy jovencita
Tú ya tienes treinta años
Y yo en la flor de mi vida.

Mi padre es viejecito
Tengo que vivir con él
Sin él no habría nacido
A él le debo yo mi ser.

Yo te lo juro, Cristeta
Por aquel que te dio el ser
Si no te casas conmigo
No respondo lo que haré.

La joven le dio el sí
Al verlo así tan ternal
Diciendo más adelante
Que se podrían casar.

Tres meses en relaciones
Ya llevaban los amantes
Iba Juan en busca casa
Que era tiempo de casarse.
Y viendo Cristeta esto
Que el casamiento se avanza
Un día se fue a Madrid
Porque allí tiene una hermana.

En Madrid estuvo once días
A los once regresó
A cuidar su padre amado
Porque solo lo dejó.

El día cuatro de abril
Juan la estuvo acechando
Para cogerla solita
A donde estaba fregando.

Ya has venido de Madrid
Le dice Juan a Cristeta
¿Piensas casarte conmigo?
Dímelo. Y a ciencia cierta.

No pienses conmigo, Juan
Te lo digo de una vez
Te he querido poco siempre
Y búscate otra mujer.

Sin contestar más palabras
Sobre Cristeta se avanza
Saca un enorme cuchillo
Y le da una puñalada.

Florecilla, florecilla
Capullito a medio abrir
Que perdiste tu existencia
El día cuatro de abril.

Él mismo se fue a entregar
Y le dice al Guarda de puertas:
Vengo a entregar este cuchillo
Porque en la fuente del Suso
He matado a la Cristeta.

Se lo llevan a la cárcel
Y las mocitas, gritando,
Piden que lo saquen fuera

Somos todas jovencitas
Nos atrevemos con él
Cogedlo, despedazadlo
Y en la hoguera verlo arder

Una vez que esté quemado
Sus cenizas ablentar
No queremos en el pueblo
Rastros de ese criminal.


Nos dice Anita que esta copla está basada en hechos reales. Que se la ha contado a alguien de Deza y le ha dicho que es exacta.

Después recita otra copla relativa a otro suceso acaecido en Irún y otra relativa a otro suceso acaecido en la provincia de Burgos.

Comentando la buena memoria que tienen ambos hermanos pasamos a hablar del Taller de Memoria que se imparte todas las semanas en Trébago en el Salón Social. Nos comenta Isidro lo que hacen allí, que es cosa buena, y que es preciso ejercitar la cabeza. Hacen "Sopa de letras", buscar palabras de arriba abajo, de abajo a arriba, en diagonal, etc., dentro de un rectángulo lleno de letras, completar poemas, a los que les faltan palabras, con las palabras que nos dan en una lista aparte, buscar y reconocer cartas que nos enseñan previamente, ... "Hay que cavilar un poco", dice Anita.
Van una hora a la semana, y el médico ha cambiado la hora de la consulta mientras dura el curso de memoria, para que puedan acudir todos al curso.

Aún sigue Anita recordándonos historias del tío José, del tío Conrado, de la fiesta de Jueves Lardero, fiesta que los pastores celebraban por todo lo alto, del tío Demetrio, del tío Felipe, de las meriendas que las madrinas daban a los que habían "sacado de pila" (madrinas de bautizo) ... recuerdos no les faltan a estos dos hermanos. Dejaremos algo para una nueva ocasión. Y enhorabuena por esa memoria tan prodigiosa.

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