por Dr. Andrés Tutor Barranco
Nota: Para ver el árbol genealógico de los Sánchez, pulsa aquí.
"MARÍA GARCÍA, TATARABUELA DE MUCHOS" "A mi querida hija Rafaela. María"
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La historia que les voy a relatar es la de mi tatarabuelo, Sr. Francisco Sánchez, tatarabuelo de muchos, pero que la mayor parte de sus descendientes no lo conocen, y que gracias a este artículo y Árbol Genealógico que presento lo van a conocer y no dudo que muchos de los jóvenes, tomando como base este Árbol, lo van a incrementar con sus respectivas familias.
Entre sus tataranietos me vienen varios a la memoria y ocuparía mucho espacio el enumerarlos a todos, y de entre ellos nombraré al actual alcalde de Trébago, D. Emilio Antón Casado, Conchita y Mª Carmen Delgado y César Córdova, por ser los más conocidos entre los lectores, por ser colaboradores habituales de La Voz de Trébago.
Sus descendientes lo consideramos como el Patriarca de una gran familia. Los datos para hacer este relato los tengo guardados desde hace mucho tiempo, recopilados desde los años 60 y tomados de muchas fuentes familiares. Los tenía como algo muy privado, y si he de ser sincero y honesto conmigo mismo, jamás pensé que se irían a publicar. Pero un buen día me enteré de la existencia de los Amigos de Trébago y como nativo de este pueblo, creo pertinente, por los ideales de esta Asociación, que esos datos, que tenía bien guardados, ahora se deben dar a conocer.
"HIPÓLITO SÁNCHEZ" "El amor de un buen hermano es manantial inagotable. A mi hermano Casto. Hipólito. Comalteco, Junio 25/85" (Se refiere al 25 de junio de 1885)
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Desgraciadamente, todos mis informantes, a excepción de Luis Rivera y Lucía Casado, han fallecido, algo muy normal, pues es ley de la vida, ya que yo mismo tengo 57 años. Entre ellos destacaron los Sres. Marcelo Sánchez García, Alejandro Sánchez, Basilio Barranco, Cándido Delgado y D. Cipriano Casado, que falleció el pasado 3 de septiembre, faltándole 19 días para cumplir 101 años. Y todavía Lucía Casado, a sus 85 años, y a quien considero la mayor Trebaguista de México por amor a su pueblo, y con la pena reciente de la muerte de su hermano de quien no se separó durante 65 años, me ayudó a corregir y aumentar para dar el toque final al Árbol Genealógico.
Fue en el año de 1976 cuando D. Abelardo Sánchez Gutiérrez, filántropo, prominente hombre de negocios en el ramo de librería, y también político, ya que en aquellos años fue Presidente de la Junta de Mejoras, Moral, Cívico y Material del H. Ayuntamiento de la ciudad de Puebla, quien tuvo la idea de juntar a todos los descendientes de Francisco Sánchez en México. Para ello giró una invitación a todos los que pudo encontrar, para que los que no se conocieran, pudieran hacerlo.
Para ello, ayudado por Cipriano Casado, organizó un convivio en una finca de su propiedad denominada "Contla", ubicada en las faldas del Volcán Iztacihuatl, a 40 Km. de la ciudad de Puebla, y aún recuerdo, al terminar la carretera pavimentada y empezar el camino de tierra, la multitud de flechas y letreros con la palabra A Contla que D. Abelardo mandó colocar para que nadie se perdiera.
A la entrada del rancho, en un árbol, estaba colocada una cartulina rotulada con el árbol genealógico familiar, hecho por Maicha Guzmán, esposa de Abelardo, y que no alcancé a copiar, pues uno de los jóvenes lo desapareció para llevárselo como recuerdo antes de terminar la reunión, lo que disgustó mucho a Maicha. El nombre de este joven era Pepe Sánchez.
Obvio es decir que esta comida fiesta por cooperación fue todo un éxito, ya que nos llegamos a juntar más de 130 descendientes de D. Francisco. Desde luego, algunos faltaron, muy comprensible dadas las enormes distancias de México, pero hubo quienes, como la familia Castro Tolivia, que sin importarles gastos ni distancias, recorrieron desde la ciudad de Tampico más de 600 Km., pero asistieron.
Las familias presentes ahora tenían apellidos tan distintos como García Núñez, Perdomo García, Rivera García, Barranco García, Sánchez Suárez, Córdova Sánchez, Sánchez Ovando, Sánchez Martínez, dos Sánchez Gutiérrez por estar casados Basilio y Marcelo con dos hermanas Isabel y Lucía, López Consejo, Casado López, Delgado López y Tutor Barranco. El mayor de los presentes, con 88 años de edad, era mi tío abuelo D. Casto Sánchez García, que rara vez salía de Tenampulco, el pueblo donde vivía, y por la importancia de la reunión hizo una excepción, y se tomó una foto con el menor de los presentes, de tan sólo 3 meses de edad, ya biznieto de Isabel Sánchez Gutiérrez. Él es de la 6ª generación y se acaba de casar.
"TOMÁS SÁNCHEZ" "A mi querido hermano Casto, en los días de su cumpleaños. 28 de Marzo de 1874. Tomás"
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El encargado de darnos la bienvenida fue D. Cipriano Casado, quien tomó la palabra e hizo un relato muy completo sobre la historia familiar. Sus palabras para aquella ocasión fueron las siguientes: Por el año de 1840 se casaron nuestros ancestros, Sr. D. Francisco Sánchez y Dña. María García, ambos de muy corta edad. Ella tenía 14 años, razón por la que el pueblo le llamara "La Criatura", y D. Francisco, un poco mayor que ella, apresuró la boda porque, pese a su edad, siendo ya él un hombre casado, no tendría que ir a "la Mili". Procrearon 16 hijos, de los cuales 9 no llegaron a la mayoría de edad, algo muy común en aquellos tiempos, dado el atraso en materia de Medicina, y por lo mismo desconozco sus nombres que se pierden triturados en el molino de la Historia. De los otros 7, solamente Aquilina no conoció México. Casto y Tomás nunca se casaron. Este último era marinero y murió en Barcelona. Los dos, junto con Gregoria, se regresaron ricos a España. Y de los otros 4 hijos restantes, añadió D. Cipriano, descendemos los presentes, que son: Florencio, Hipólito, Aquilina y Rafaela, y terminó D. Cipriano su exposición contando varias anécdotas familiares.
"CASTO SÁNCHEZ, 1974"
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Debido al éxito de esta reunión se llegó a planear otra, que desgraciadamente nunca se concretó, debido a que D. Abelardo, que fue el alma de esta fiesta, enfermó de cáncer y murió poco tiempo después.
La única información que tengo de Gregoria es que, cuando se regresó a España, se casó y vivió en Madrid, donde murió. Tuvo una hija llamada Emelia, que se casó con un Militar de alta graduación. Este matrimonio, junto con sus dos hijos, la niña llamada también Emelia, iba todos los veranos a vacacionar a Trébago por los años 30. Esta nieta de Gregoria murió sin descendencia hace un par de años en una Residencia en Madrid, y su departamento y demás pertenencias pasaron a Maichita Sánchez Guzmán.
La emigración de los Sánchez de Trébago a México empieza con el "Tío Hipólito", como cariñosamente lo recordamos todos sus parientes, pues gracias a él, que fue el "Primer Emigrante", todos los demás, en mayor o menor grado, llegamos con la mesa puesta a este país. Fue un hombre de espíritu aventurero, muy sagaz, pero sobretodo muy familiar y no me cabe la menor duda de que por cualquier lado que se le vea fue toda una persona. Basta ver la dedicatoria de una fotografía a su tío Casto, hermano de su padre, la conservo y presento en este trabajo, fechada en el pequeño pueblo de Comalteco el 25 de junio de 1885, para conocer sus pensamientos.
También presento, junto con la fotografía de Hipólito, 5 más, con 115 años de antigüedad, y son de su madre, María García, (la criatura) mi tatarabuela, de sus hermanos Tomás, el marinero, Casto, mi bisabuelo Florencio, y de su hermana Rafaela.
Hipólito ayudó a todos, y a los que trajo a México los hizo ricos. Su historia empieza como soldado en la Primera Guerra de Cuba, que terminó con la paz del Zanjón. De ahí, su espíritu aventurero lo empuja a México en busca de fortuna y, sin conocer a nadie aquí, la encuentra en poco tiempo y se instala, ya como propietario de un gran rancho ganadero, en un pequeño pueblo llamado Comalteco, situado en el norte del estado de Veracruz, colindante con el Estado de Puebla. Trae primero a su tío Casto, y a sus 3 hermanos que ya mencioné y ya ricos los 4 se regresan a España. Le siguen su hermana Rafaela con su esposo y sus pequeñas hijas Laura y Emelia y esperando a su hijo Francisco, que nace recién llegada a México. Después, los sobrinos mayores, uno de cada uno de sus otros dos hermanos, Basilio Sánchez, hijo de Florencio, y Florentino López Sánchez, hijo de Aquilina. A los dos les enseñó a trabajar en el ambiente mexicano, ambos le respondieron, y cuando estuvieron preparados les regaló un rancho a cada uno de ellos.
En el caso de Basilio Sánchez, el rancho que de semiselva lo convirtió en rancho ganadero lo denominó "el Zanjón". Seguramente pensó ese nombre en recuerdo de sus épocas guerreras, y aún hoy en día los descendientes de su sobrino Basilio, en la 5ª generación con Basilio Sánchez Huerta, algún primo y sus hermanos, todavía lo conservan. Y por último, Hipólito trajo a México a Marcelo, hermano de Basilio. Y éste último, por 1895, trajo a su hermano Casto, de 9 años, que jamás volvió a España. Y años después vino Alejandro, el menor de ellos, quedando en España, solamente, las hermanas Mercedes y Eulalia. Sin embargo, Basilio también trajo a la mayor parte de sus sobrinos, hijos de éstas, los Córdova y los Barranco, respectivamente. Todos ellos llegaron a su rancho junto a Comalteco.
Por otra parte, su otro sobrino, Florentino López Sánchez, beneficiado con el otro rancho, trajo a México, excepto a Carmen, a todos sus sobrinos, hijos de Nicolás Casado y de su hermana María. Ellos fueron Cipriano y sus hermanos, Severiano, Florentino, Jesús y Lucía. También trajo a México a Cándido y a Severiano Delgado, hijos de José Delgado y de su hermana Manuela.
"FLORENCIO SÁNCHEZ" "A mis queridísimos padres."
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Mi bisabuelo Florencio, hermano de Hipólito, era cojo y de oficio zapatero, y fue el "primer turista" que tuvo Trébago en México, con los gastos pagados por sus hijos, ricos, en dos ocasiones. La primera vez lo hizo en 1910 en compañía de su hijo Marcelo, quien regresaba a México después de su luna de miel por España. Y su segundo viaje fue en 1913 siendo ya viudo. En esta ocasión sus hijos le pidieron se hiciera acompañar de su nieto preferido, Basilio Barranco, de 9 años, con quien vivía. Y se quedaron los 2 a vivir en México, a sabiendas de que no le gustaba el país. Pensaron que por no abandonar al nieto, él se quedaría, pero no lo convencieron y se regresó solo a Trébago, donde murió en 1924.
Y fue ese nieto, que es mi tío Basilio, quien en 1954 nos trajo a México a mis padres Andrés y Concepción, a mi hermana Eulalia y a mí. Basilio murió en un accidente automovilístico en 1958, y tuvo un hijo llamado Florencio.
De los 5 hijos de Francisco Sánchez que tuvieron descendencia, ya traté el caso de Gregoria, por quedar sus descendientes en España. De los otros 4 hijos, los cónyuges de dos de ellos también eran hermanos, pues Florencio casó con Dorotea García Roncal y Francisco García Roncal, hermano de Dorotea, casó con Rafaela Sánchez, hermana de Florencio. Los descendientes de estas primeras 4 familias, con ramas mexicanas, fueron los siguientes:
1º) El "Tío Hipólito" casó con Ángela Suárez y nacieron 4 hijos, que fueron Hipólito, Francisco, Miguel y Tomás. Los 3 primeros murieron jóvenes. Francisco, que quiso conocer la tierra de su padre, murió y está enterrado en Trébago. Su muerte la provocó una pulmonía que agarró después de un juego de pelota en el pueblo, y sólo Tomás dejó descendencia. En sus últimos años, el tío Hipólito fue atendido por su sobrino Marcelo Sánchez, a quien yo visitaba los sábados cuando era niño, en compañía de mi madre, por los años de 1955, y fue él quien me contó que murió en Tlatlauqui, Pué, y está enterrado en la iglesia del lugar. En este pueblo también murió su hijo Tomás. De esta familia, por más que he investigado, nadie conoce el paradero de los 3 hijos descendientes de Tomás.
2º) De Florencio y Dorotea nacieron 6 hijos: Basilio, Marcelo, Casto, Alejandro, Mercedes y mi abuela Eulalia. Los 4 hermanos trajeron a sus sobrinos, Basilio Barranco, Francisco y Fredesvinda, hijos de su hermana Eulalia, y a varios de sus sobrinos Córdova, hijos de su hermana Mercedes. Ellos fueron Wenceslao, que murió muy joven, a la edad de 22 años, víctima de fiebres tropicales, y sus hermanos, Eduardo, Gerardo, Gregorio y Ángel. Los primos Wenceslao y Francisco, de 13 años, vinieron solos en el barco en 1920.
3º) De Aquilina Sánchez y Severiano López nacieron 4 hijos: Florentino, María, Manuela y Julia. De esta familia, en un viaje de placer que hizo Alejandro Sánchez en 1927 a España, vinieron con él, por encargo, 5 muchachos del pueblo. Para su primo Florentino López trajo a Jesús Casado y a los hermanos Cándido y Severiano Delgado. Estos dos últimos, una vez en México, por encontrar mejores condiciones de trabajo, se quedaron con D. Rubén Rivera, esposo de Emelia García, a su vez prima de Manuela, madre de ellos, con quien tenía mucha amistad. Yo, en lo personal, tuve la oportunidad de conocer a D. Rubén, que era un hombre muy agradable, lo cual heredaron sus hijos. En el caso específico de Carlos, durante más de 25 años, hasta que murió mi madre, a ella y a varios parientes más, de los que vivimos en Puebla, nunca les faltó un pavo de regalo el día de Navidad. Y no conozco que alguno de ellos, en sus múltiples negocios, le haya negado trabajo o ayuda a algún pariente caído en desgracia. En ese viaje del tío Alejandro también vinieron Gerardo Córdova y Fredes Barranco. Posteriormente, Cándido Delgado trajo a su hermano José, todavía muchacho y a quien tuvo primero en la escuela y, por último, todos los Delgado trajeron a su hermano Félix. De Julia ningún descendiente emigró a México, aunque sé de alguno que lo ha visitado como turista. Julia vivió en Tarazona.
"RAFAELA SÁNCHEZ" "A mi hermano querido Casto. Rafaela"
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4º) De Rafaela Sánchez, que era la más joven, y de Francisco García, nacieron 6 hijos: Laura, Emelia, Francisco, María, Rosa y Rafael. De esta rama haré notar que Rosa se casó con su sobrino Francisco Barranco, hijo de su prima Eulalia. Laura nunca se casó, y Rafael murió a los pocos meses de casarse, sin dejar descendencia. Rafaela fue una mujer muy trabajadora, y ayudó mucho a su marido en el Rancho Aguadulce, que vendieron para irse a vivir a Zaragoza. Pero dejaron el dinero en México, y al devaluarse con la Revolución Mexicana, tuvieron que regresar y empezar a trabajar nuevamente. Rafaela, según me informó su nieto, Luis Rivera, murió en Papantla, y fue enterrada en Teziutlán.
En la siguiente 3ª generación, los actuales descendientes de Sánchez, o "La Sanchiza" como decimos en México, sin duda reconocerán en el árbol genealógico a sus padres o abuelos, y los más jóvenes a sus bisabuelos.
Lo que sí puedo afirmar sin temor a equivocarme es que la mayor emigración de Trébago a México la constituimos los descendientes de D. Francisco Sánchez y que después de 4 generaciones, a la que yo pertenezco, seguimos siendo muy unidos, reconociéndonos como parientes, y no olvidamos nuestras raíces. Tan es así que, en lugares tan distintos de México como Aguascalientes, existe un edificio propiedad de Jaime Sánchez Ovando, y en Teziutlán, a 1.000 Km. de distancia, existe una gran fabrica de ropa propiedad de Carlos, nieto de Severiano Delgado López, fallecido hace un año, sus propiedades tienen el mismo nombre, que es nuestro pueblo. Ambos yo sé que no se conocen y posiblemente jamás se conocerán. Sin embargo tienen lazos que los unen, que son los nombres de Sánchez y Trébago.
Puebla, Pue, a 13 de Diciembre de 2000
Nota: Para ver el árbol genealógico de los Sánchez, pulsa aquí.
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