Asociación
  Ayuntamiento
  Dejar tu Firma
  Fiestas
  Geografía
  Historia
  Noticias
  Qué hacer
  Rally
  Revistas
  Ver Libro de Firmas
  Alojamiento rural
 
     
 

Trébago. Un pueblo que llevo en el corazón

Recuerdos de una mexicana



por Chabela García de Gil

Cuando yo conocí Trébago era una niña que tenía diez años, y es un recuerdo inolvidable que llevo en mi corazón, pues además entonces también conocí a toda mi familia, tanto de parte de mi padre como de mi madre y fue un viaje muy emocionante.

Pues bien, cuando llegué a Trébago en el año 1947 era un precioso pueblo típico castellano, con sus calles empedradas, sin agua corriente, la luz sólo llegaba de las siete de la tarde en adelante, pero con una Iglesia preciosa, con nuestra querida Virgen del Río Manzano, con su palomar hermoso, con el lavadero, donde hoy está el Cubizaño, con una hermosísima fuente, donde se agolpan los recuerdos de aquellas mujeres que iban con sus cántaros a por agua, y los hombres a darles agua a los machos, y al leer su emocionante verso, qué razón tiene al terminar dando las gracias al bien que de este pueblo has recibido. Cuántos paseos por la preciosa Tenería, y por aquellos hermosos huertos. Cuántos días de campo en la fuente Valmayor y esas emocionantes visitas a la Virgen del Río Manzano en su Ermita, desde cuya explanada se contempla un hermoso paisaje de Trébago y de regreso por el camino, juntando moras que después las comíamos con moscatel y eran deliciosas.

Esas tardes de merienda en el Juncar y de regreso sentarse en el puente del Río Manzano. Cuántos recuerdos tomando una gaseosa en el bar de la señora Aurora, y después esperar el coche de línea, ¡cuánto nos divertíamos!

Y cómo no recordar esas recolecciones de cosecha, ¡cuánto trabajo para aquellos hombres y mujeres!, pero para los que íbamos de vacaciones ¡cuántas añoranzas de aquellos años!, esas idas y venidas a las piezas y recoger algún fajo. Recuerdo cuando mi tío Santiago me trajo una codorniz con sus polluelos, los criamos y después les dimos su libertad. Esos días en las eras al trillar, al ablentar, etc. y después saborear una deliciosa merienda, y oír cantar una jota en cualquiera de esas eras.

Y llegó por fin el mes de fiestas, que empezaban en Valdelagua, seguía Trébago, luego Fuentestrún, después Castilruiz y acabábamos en Matalebreras. En aquel entonces las fiestas se celebraban en el mes de septiembre, y la de Trébago empezaba el 8 de septiembre, ¡cuántos recuerdos hermosos vienen a mi mente, inolvidables por todos los conceptos!, ese precioso y único baile a la Virgen, ¡cuánta emoción cuando mi padre, después de varios años en México, volvía a su pueblo y salía otra vez a bailarle a la Virgen, son emociones que no se olvidan. Los perolos, las Misas, la subida a la Ermita con la Virgen y sortear los palos para meterla en la Ermita. Los aperitivos, el baile en el juego de pelota, en fin son tantas y tantas emociones, aquella jota que siempre bailaba yo con el tío Félix y que siempre está en mis recuerdos. El día que vi a Florencio, el que hoy es mi marido, bailamos en el corro la tarara y después bailamos juntos toda la fiesta. Gracias a Dios después hemos podido regresar y hemos podido disfrutar de esos recuerdos junto a nuestros hijos, que son 7, y todos quieren y recuerdan siempre los pueblos, y siempre que tienen oportunidad regresan para estar en lo que para ellos son sus queridos pueblos: Trébago por su madre, Castilruiz por su padre, y eso para nosotros es una gran satisfacción.

Y quién no recuerda las matanzas, días inolvidables en las casas de toda la familia, pues aunque era mucho trabajo, también mucha alegría, juegos de cartas, ese sabroso picadillo, las inolvidables morcillas, el rellenar los chorizos, preparar los jamones, y al terminar, el chocolate con churros, que con el frío del invierno era delicioso.

Las Navidades, cómo no recordar Trébago bajo un manto blanco de nieve que lo hacía lucir precioso, la Misa de gallo, y la famosa hoguera del día 31, recuerdos que nunca se me olvida voz.

Pues bien, he querido sacar algunas de mis muchos recuerdos de ese querido rinconcito que es mi querido Trébago pues al cumplirse este año de 1997, cincuenta años que llegué por primera vez a Trébago a la casa de Félix y Amparo, quiero decirles que he tenido, gracias a Dios, la oportunidad de regresar varias veces, en compañía de mis padres y hermano, otras sola y más adelante con mi marido y mis hijos, y sigue siendo mi querido Trébago un pueblo inolvidable.

Ahora tiene un aspecto más moderno, ya todo asfaltado, con agua corriente, con una luz preciosa y con unas casas tan bonitas que muchos las quisieran tener en la ciudad, pero sobre todo sigue teniendo una maravillosa gente que, con su calor humano y el cariño con que siempre te reciben, te hacen sentir muy feliz.

Después de este sencillo relato, comprenderán que por eso, y por muchas cosas más, a Trébago, mi pueblo, lo llevó siempre en mi corazón.

Chabela García de Gil
Torreón, diciembre 1997.

Ahora quiero hacer un reconocimiento y darles una felicitación muy grande y a todas esas personas que tuvieron la feliz idea de hacer la revista, a todos sus directivos y todos los que forman la Asociación de Amigos de Trébago, y animarles a que la mantengan viva, pues para todos los que queremos a Trébago, pero sobre todo a los que estamos lejos, cada revista nos llena de felicidad.

También quiero hacer una invitación a todas aquellas personas que como yo tienen grandes recuerdos de Trébago, que los escriban y los manden para que los publiquen en la revista, para que todos nos deleitemos con las historias y recuerdos de nuestro pueblo, y sirvan como un aliciente para todos los jóvenes que, como nosotros, le tienen gran cariño al pueblo.

Sin más me despido deseando a todos los de la "Asociación Amigos de Trébago" unas Navidades llenas de felicidad y que el Divino Niño nos dé un año lleno de salud, paz y amor.

Con todo cariño,
Chabela

Tanto este artículo de Chabela, como la felicitación navideña que incluimos a continuación no llegaron a tiempo de entrar en la revista anterior. Pero no queremos esperar todo un año a incluirlas, por lo que las hacemos llegar a todos los socios y simpatizantes en este número.

Esta nos la envían Julián Romera Gómez y Mª Victoria Molina, y dice así:
"Si Dios volviera otra vez a este mundo, escogería Trébago para volver a nacer. ¡Felicidad para todo ese pueblo! ¡Felicidad! que es mi compendio de salud, amor, paz, generosidad, amistad. Ese es nuestro deseo para estas fiestas Navideñas. Mª Victoria".

"Confiando en su amabilidad, le ruego haga llegar a todos y cada uno de los habitantes y "Socios de Amigos de Trébago", mi deseo de que tengan unas Navidades y una despedida y entrada de año muy alegre, muy sana, muy sencilla y con mucha prosperidad. Es decir, MUY FELIZ. Un fuerte abrazo para todos, Romera".


[Anterior] [Sumario] [Siguiente]