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Medicina Popular
por Sara Pérez Lázaro
Con este título quiero hacer una breve exposición de los remedios, a veces caseros, pero sin duda eficaces, que se han empleado hasta hace muy poco, y aún hoy en día se emplean, para combatir y hacer frente a dolencias o enfermedades más o menos normales.
Algunos de los lectores los habrán puesto en práctica, aunque la mayoría los desconocen porque, tanto el sistema sanitario español, como la medicina, han progresado en otras direcciones, y ya han caído más en desuso, al igual que sucede con las fórmulas magistrales, que no son otra cosa que la enumeración del conjunto de componentes de un medicamento, confeccionada por el médico especialmente para un enfermo, y que se prepara en la farmacia.
Podríamos considerar estos remedios, como "fórmulas de ungüentos" ya que se enumera aquello de lo que debe componerse una cosa, y el modo de hacerla.
Los expongo sin una clasificación previa, ni orden especial.
CATARROS (en niños)
1.-Cataplasma de mostaza
Consistía en preparar una cataplasma a base de harina de linaza con mostaza. En un trapo de algodón blanco, se extendía una capa de linaza previamente disuelta en agua fría, todo en cantidades que guarden proporción, por ejemplo para una cucharada sopera de harina de linaza, se ponían cuatro o cinco de agua; se pone al fuego y se le da vueltas hasta que se espesa. A continuación se extiende en el trapo de algodón y se espolvorea con un poco de mostaza, y se le aplica en el pecho hasta que se enfría, así durante dos o tres días por la noche.
Si el catarro persiste, se pueden aplicar unos "toques" de tintura de yodo, en el pecho con un pincel fino. Es conveniente empezar el tratamiento el mismo día en que el niño comienza a toser.
2.- Aplicar un ungüento de miel y manteca en estopa (estopada) sobre el pecho.
- Cataplasma de chocolate bien espeso sobre el pecho.
- Ventosas en el pecho y espalda.
- Frotar el pecho con petróleo y abrigarles con un paño.
- Para "ablandarles el pecho", si el niño ya come, darle a tomar una tacita de infusión de raíz de malvavisco, y ponerle en el pecho una cataplasma de leche, miel y pan.
3.- Tomar vapores de tomillo, romero y hierbabuena.
- Cocer vino, manteca y miel, tomarlo muy caliente.
- Tomar caldo de flor de malva y miel.
- Tomar leche con coñac y miel. Abrigarse bien en la cama y sudar.
MAREOS DEBIDOS A LA TENSION BAJA
Pintar las plantas de los pies con tintura de yodo. También tomar dos o tres gotas de yodo en el desayuno hasta que desaparecen los mareos.
FIEBRE EN NIÑOS
Aplicar en la frente paños de algodón empapados en vinagre, durante un cuarto de hora. Si no se despejan, a continuación introducirle los pies en una palangana con agua templada, en la que se ha cocido con anterioridad ceniza de leña.
LOMBRICES
Ponerles irrigaciones de agua en la que se ha cocido hollín de fuego de leña. Se cuela el agua con un trapo. Debe de retenerse el agua en el intestino el mayor tiempo posible. Con tres o cuatro días es suficiente.
QUEMADURAS
La quemadura puede ser provocada por aceite o agua hirviendo.
- Aplicar aceite de oliva y encima espolvorear bicarbonato. A los diez minutos ya se ha pasado el dolor. Vale para quemaduras que no sean profundas.
- Bañar la quemadura con tinta.
- Baños en leche fría.
- Aplicar una rodaja de patata.
- Calentar la parte blanca de una hoja de acelga en la lumbre, pelarla, untarla en aceite de oliva y aplicarla.
- Se prepara un cocimiento de cera virgen con raspaduras de palo verde de saúco, un poco de aceite de oliva, y unos trapos de hilo. Después de bien cocido, se sacan los paños, se dejan secar y se guardan para cuando se necesiten.
VERRUGAS
- Se atan las verrugas con un hilo de seda prieto, hasta que se sequen y se caen.
- Quemarlas con "aguafuerte".
- Taparlas con cáscara de plátano de manera que sea la parte blanda la que toque la verruga, cuando se seque la cáscara, desaparece la verruga.
- Remedio "mágico": Esconder, sin que lo sepa el paciente, cucos de sabina, (tantos como verrugas tenga). Pasado cierto tiempo desaparecerán las verrugas.
ULCERAS EN LA PIEL
- Freir en aceite de oliva "cucos" de sabina. Limpiar luego las úlceras con éste líquido.
- Aplicar paños de agua de violetas.
- Cocer corteza de carrasco (cuanto más viejo mejor), y lavar las úlceras con ese agua.
NIÑOS HERNIADOS
Remedio mágico: Tiene relación con el solsticio de verano.
Es necesario un guindo, un hombre que se llame Juan, y una mujer que se llame María.
En la noche de San Juan, bajo un guindo y a las doce de la noche, se pasa al niño herniado por 3 veces de uno a otro diciendo:
"Tómalo Juan, dámelo María, San Juan lo cure, y la Virgen María".
"Tómalo María, dámelo Juan".
Se rasga una rama del guindo. Se pasa al niño por encima de la rama, y se lo da el uno al otro diciendo las mismas frases anteriores.
Al terminar se venda al niño, se coloca la rama en su sitio y se venda al árbol. Si la rama no se seca, el niño se cura.
Este remedio se ha utilizado en toda la geografía española, incluido nuestro querido y amado pueblo. Que se tenga noticia cierta, la última vez fue a finales de los años cincuenta, en la huerta de José Carrascosa. Juan y el niño llamado Gregorio vinieron de Fuentestrún, y María de Trévago.
ENFERMEDADES DE LOS OJOS
- Orzuelo: Dejar una llave de canutillo al sereno y pasarla a la mañana siguiente tres veces rozando el divieso.
- Legañas: Lavar los ojos con una infusión de pétalos de rosas. También lavarlos con infusión de manzanilla y con agua de sal.
- Congestión (sangre recogida): Hervir agua con sal común y con ella lavar los ojos empleando una copa que ajuste al ojo. Inclinar la cabeza hacia atrás y abrir el ojo para que se bañe.
- Rija: Meter una lagartija viva en un canuto y según se va desecando, se cura la fístula.
Todos estos remedios no son excluyentes, y para próximos números tenemos preparados más.
No obstante, agradeceríamos que todo aquel que tenga conocimiento de otros "remedios caseros", nos los haga llegar con el fin de tener un gran repertorio de ellos y seguir publicándolos.
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