por Santiago Lázaro Carrascosa
Éste es un apellido patronímico, procedente del nombre propio Lázaro, que a su vez es derivado del nombre propio judío ELEAZAR, cuyo significado es "amado o consentido de Dios".
Parece ser que fue en Italia en donde más antiguamente se utilizó como apellido este nombre propio, Lázaro. En España también tiene una gran antigüedad, y como todos los apellidos patronímicos está muy extendido. Las familias que lo llevaron, y lo llevan, no tuvieron el mismo origen, ni proceden de un único y primitivo solar, y entre la mayoría de ellas no existe ningún vínculo de parentesco ni comunidad de sangre, pues la casualidad de apellidarse de igual modo procede de la muy antigua costumbre, muy arraigada en las familias, de transformar en apellido el nombre propio de un antepasado. Por todo lo anterior, podemos afirmar que fueron numerosos los lugares, villas y ciudades en donde hace siglos apareció el apellido que estudiamos.
Los dos lugares más antiguos y principales en España, en donde apareció el apellido Lázaro, fueron en el Valle de Reocín, municipio, en su agregado Veguilla de Santillana, en las Montañas de la actual provincia de Santander, y en la villa Alberite de San Juan, partido judicial de Borja, en la provincia de Zaragoza, y en esta misma provincia apareció otro solar del apellido Lázaro en Calatayud.
Al solar de Veguilla de Santillana pertenecieron, por línea materna, D. Pedro Bravo Lázaro, que fue contador del Rey, y D. Fernando de Sandoval y Lázaro, paje del Rey y Caballero de la Orden de Santiago. También de este solar fueron originarios los hermanos Hernando y Juan Lázaro de la Vega los cuales pasaron a Belmonte, Cuenca, en donde fundaron nueva casa Lázaro. Otros Lázaro de este lugar pasaron a Murcia, donde fundaron otra casa, y de la que fue miembro D. Miguel Lázaro y Mereño que fue nombrado caballero de la Orden Militar de Carlos III el 22 de marzo de 1827. Otros Lázaro de aquí pasaron a Valencia, fundando también sendas familias Lázaro.
Del solar aragonés de Alberite de San Juan fueron D. Domingo Lázaro, que en su calidad de Diputado Infanzón asistió a las Cortes de 1520, celebradas en Monzón, donde fue armado Caballero de Honor por el propio Rey Don Fernando el Católico. D. Juan Lázaro y Martínez de Aguilar, vecino de Borja, que obtuvo privilegio de Infanzonía en 21 de marzo de 1637.
Del solar de Calatayud, Zaragoza, salieron los Lázaro que fundaron casa en Soria y en la zona de Los Cameros, zona que hasta la división de España en provincias perteneció a la jurisdicción de Soria, y desde esa división pertenece a la Rioja. Algunos de los Lázaro de Logroño capital proceden de esta rama de Calatayud.
Por otra parte, e independientemente de que estos tres solares oriundos de Santander y Zaragoza son los que con mayor antigüedad se encuentran documentados, no quiere decir, ni mucho menos, que no aparecieran otros apellidos Lázaro en otras provincias españolas que, de acuerdo con nuestro criterio, pudieron ser Soria, Huesca, Burgos, Teruel, Palencia y Valladolid.
A juzgar por nuestras investigaciones, el apellido Lázaro de Trébago, nuestro apellido, es muy probable que pertenezca y tenga origen en el solar de Alberite de San Juan, partido judicial de Borja, de donde emigraron a San Felices (Soria) los primeros ascendientes nuestros en esta tierra de Ágreda a finales del siglo XV o principios del XVI, para después, sus descendientes, los que han sido nuestros tatarabuelos, recalar en Trébago. Deducimos que nuestra rama procede de los Lázaro de Alberite de San Juan porque la distancia entre éste y San Felices es relativamente corta, y además porque creemos que los portadores de este apellido eran judíos, viniendo huyendo de las persecuciones intensas de que eran objeto en el Reino de Aragón, muy apresuradamente y buscando un lugar donde recalar e iniciar una nueva vida económica que cubriera sus muy abundantes necesidades. Sabemos, por lo que hemos leído en los libros parroquiales de San Felices, que uno de los primeros o el primer emigrante era zapatero, oficio muy artesanal, y al que eran afectos entre otros los judíos que no eran financieros o comerciantes. Por cierto que este oficio de zapatero se heredó en el apellido Lázaro hasta nuestro bisabuelo materno, D. Víctor Lázaro, que también fue zapatero.
Ya hemos anotado en escritos anteriores las connotaciones judaizantes que nuestros antepasados Lázaro, emigrantes de Alberite de San Juan, debieron tener. Y este punto de nuestra opinión coincide con el de la Doctora en Historia Moderna, Dª Mercedes Lázaro Ruiz, natural de Logroño, cuyos antepasados más próximos proceden de Los Cameros, y anteriormente, estos emigrantes judíos provenientes del foco de nacimiento del apellido Lázaro, de Calatayud, en la provincia de Zaragoza.
Muchos linajes de este apellido probaron su nobleza en las Órdenes Militares de Alcántara, Santiago, Calatrava, Montesa, Carlos III y San Juan de Jerusalén, fundada esta última en el siglo XI. También probaron su hidalguía en las Reales Chancillerías de Valladolid y Granada, en la Real Audiencia de Oviedo y en la Real Compañía de Guardias Marinas. De todas maneras, la categoría de nobleza de este linaje Lázaro no pasó de la Infanzonía, ya que no ostentaron ningún título de nobleza, ni siquiera Baronía, que nosotros sepamos, pues no aparece nadie de este apellido en el Diccionario Nobiliario Español de Julio Atienza de 1948.
Las primitivas armas del linaje Lázaro son las que hemos dibujado en pliego aparte. En fondo rojo, un castillo de oro, sumado de un pelícano de plata que sangra por el pecho abierto para alimentar a sus polluelos. A la puerta del Castillo, un dragón de verde o sinople. Otros linajes Lázaro, entre ellos alguno de Aragón, traen en campo rojo o de gules, una ele de oro, con dos lanzas de sinople, una a cada lado. Otros traen en un fondo de oro (amarillo) una banda de azur (azul).
El gules o color rojo en el escudo significa el poder y la fuerza, así como el amor al prójimo y a Dios. El oro del castillo es el símbolo del sol, origen de la vida y sus virtudes espirituales, que son clemencia, templanza, caridad, fe y justicia. El pelícano significa amor por la familia y, en particular, por los hijos, y el dragón, la vigilancia y protección para todos los de su linaje. El gules o rojo, así mismo, representa el afán de dominio, el coraje, la audacia, la fortaleza y la magnanimidad.
El apellido Lázaro que usaron probablemente desde la Baja Edad Media muchas familias de judíos residentes en España, y ya en pleno desarrollo y uso del idioma castellano, se formó en el seno racial y cultural del pueblo judío-español, al castellanizarse el nombre propio judío Eleazar, evolucionando fonéticamente, conforme se iba imponiendo el uso del castellano dominante, y perdiéndose el idioma hebreo. Es decir, este apellido nació en el ámbito y cuerpo social y racial de los judíos españoles, nacimiento y evolución normal, pausada, y conforme el auge del idioma castellano se iba imponiendo, no por la fuerza, sino por su natural y pujante desarrollo cultural y político, viendo las colonias judías la necesidad de acomodarse al uso del castellano para el normal desarrollo de sus actividades comerciales y financieras. Es decir, no se formó este apellido por una necesidad imperiosa para evitar hasta la pérdida de la propia vida de las familias judías, como sucedió con la adopción por los judíos conversos, amenazados por la terrible Santa Inquisición, en que estos conversos tomaron de la noche a la mañana todos esos apellidos que hemos mencionado. El nuestro Carrascosa, que como Soria, Córdoba, Peña, Montes, Casa, etc. y tantos otros cientos de ellos, tomaron acuciados, esos judíos conversos, en el Reino Castellano-Leonés principalmente, y el Reino de Aragón.
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