por José Lázaro Carrascosa
Era una tarde fría (1) cuando su corpachón
lanzó un grave lamento, hiriente y quejumbroso,
sus brazos cercenados y herido el corazón,
caía para siempre el singular "Coloso".
Moría como mueren los héroes del mundo,
de cara al enemigo, mostrando su arrogancia.
(Porque era fuerte y bravo, y en su destino mudo,
los siglos y el dolor trocáronse en nostalgia)
Archivo de recuerdos de diez generaciones!
Porque de destruirte, ignoro la razón,
y a fe, de averiguarlo en hondas reflexiones
me pierdo, y sólo llego a ingenua conclusión.
(Igual de noble y recio tu cuerpo y tus agallas)
lo sé! tu eres el genio, el genio natural
que en buena lid venciste las más duras batallas
que pudo presentarte bravío el huracán.
Allá en la primavera, cuando la tierra madre
viste a sus hijos todos de gala sin igual,
eras la estampa viva que no olvidará nadie,
de historia, fantasía, de amor, y de verdad.
Plasmar quiero aquel beso que tú al Río Manzano
le diste, (moribundo) al tiempo de espirar.
Fue el beso más sincero, más bello y más humano
que en este ciego mundo, he visto nunca dar.
Te fuiste para siempre! mas queda tu recuerdo
que vivirá en mi mente con este memorial:
Tu vida fue simbólica, y símbolo es aquello
que expresa algo sensible del mundo inmaterial!.
Trévago, febrero 10 de 1963.
(1) Día cinco de febrero de 1963.
Se calculaba que el árbol tenía más de 200 años, y que podía ser contemporáneo de "El árbol gordo" y del que vejetó en la pradera de la Ermita, que murió de viejo hace ya cuarenta años.
De aquél hecho se levantó acta que, un poco resumida, dice así:
En el lugar de Trévago, a cinco días del mes de febrero de este año de mil novecientos sesenta y tres,
Con el único objeto de dejar constancia histórica del hecho acaecido hoy en el pueblo, redacto la presente y en ella digo:
- Que en el paraje denominado La Balsa, en la parte norte de la misma, y a la orilla (tres metros de distancia) del río Manzano, existía un árbol, un nogal, al cual todos los del pueblo lo denominábamos "El Nocedo de la Balsa".
- Que dicho árbol, propiedad del municipio, fue vendido por el actual Ayuntamiento a D. Abundio Ribas Imaña, residente en
Cervera del Río Alhama (Logroño), en el precio de 13.250.- Ptas.
- Que el repetido nocedo de la Balsa, más que centenario, medía 2'75 metros de circunferencia en su tronco, por 3 de altura, del cual partían 4 ramas o cornales principales, y a los dos y medio metros de estas ramas derivaban infinidad de secundarias, que formaban una copa frondosa y magnífica.
- Que por orden del actual dueño (que lo adquirió para el aprovechamiento de la madera y a condición de arrancarlo), hoy
se procedió a esta faena.
- Que este trabajo lo realizaron entre cinco hombres utilizando para ello, además de hachas, tronzadores, picos, etc., una
sierra mecánica de mano, accionada por motor de gasolina, y un tractor.
- Que después de trabajar durante todo el día en escombrar sobre su tronco y cortarle las principales raíces, se intentó
derribarlo tirando con el tractor de una maroma previamente atada a una de sus ramas altas.
- Que fue al tercer intento cuando se consiguió derribar el árbol, que llegó a las cristalinas aguas del río Manzano...
- Que eran las cinco y media en punto de la tarde cuando cayó el simbólico nocedo de la Balsa.
De todo lo dicho doy fe firmando y rubricando en compañía de cuantos lo presenciaron y quisieron hacerlo, en Trévago a las
nueve horas de la noche de dicho día, mes y año.
Firmas
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