Se volvió a cumplir la tradición

Trébago, 04/04/2010. Un año más, se celebró en la ermita de Trébago la Pascua de Resurrección. Como ya es tradicional, se subió al Niño resucitado a la ermita a encontrarse con su Madre. Tras chocar los banzos de las andas de las dos imágenes en señal de saludo y encuentro, se le quitó el velo negro a la Virgen, se cantó una Salve y se procedió a la subasta de las agujas de la Virgen y otros objetos. Las agujas son adornos que se ponen en la solapa de las prendas de vestir y que es tradición que regale el novio a la novia. La aguja de la Virgen la compra la mayordoma con dinero de la Virgen. Las demás agujas, o pendientes u otros objetos son regalo de algún devoto que lo aportan para subastar y que la Virgen obtenga dinero para sufragar así los gastos de la ermita. Aquí se admite cualquier cosa, aunque siempre predominan productos alimenticios, como vino, queso, bollos, huevos de pascua... El buen hacer del subastador, que este año fue también Juan Jiménez, hizo más amena la puja. Después, como es tradicional, todos los asistentes se comieron el bollo acompañado con algo de moscatel o refresco. Es de destacar que este año, debido a la cantidad de lluvia caída, sale agua en la fuente de la ermita.